Aunque puedan parecer antagónicas, puesto que la meditación es más holística y serena y el flow es un estado profundo de absorción entusiasta, quizá no lo sean tanto. Quiero decir que en la primera nos centramos en la no-actividad (que no es inactividad) mientras que en la segunda nos metemos de lleno en una actividad, pero no pierdan de vista el factor que las une: la atención. En ambas experiencias, la atención es el factor determinante, el concentrarnos en algo.
En cualquier caso, deténgase un momento a reflexionar sobre ello. Las personas que van al gimnasio cuidan su cuerpo entrenándolo para fortalecerlo. Si dispone de coche, estoy seguro de que pasa (antes o después) sus revisiones para tenerlo a punto. Sin embargo, a nuestra mente, la herramienta más compleja y útil que podemos tener, no le prestamos atención (nuevamente la palabra clave). Probablemente por el hecho de que todos tenemos una, y como el equipamiento de los coches, nos viene de serie. Sin embargo, rara vez atendemos a qué contenidos tiene o cómo funciona. De manera que es probable que no la estemos usando bien ni haciéndole las revisiones necesarias para que sacarle todo el partido posible, y que además, nos dure.
Puzzle Bobble
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