Ha sido otro año en el que me he permitido seguir mi duelo, a mi ritmo, de la forma mía, que es única, porque nadie echa de menos ni ama a otro de la misma forma, cada uno lo hace a su manera, diferente, y es especial para cada quien.
Para mí es muy necesario el dolor, echarlo de menos y poco a poco dejar de recordarlo en aquella cama para poder volver a recordar lo cotidiano de él; su sonrisa, su cara, su boquita e pato, sus chistes que nos hacían reír a carcajadas.
Y ya han pasado 7 años, y han pasado muchas cosas, y la vida se abre paso, y es maravillosa, aunque él no esté físicamente, sé que me acompaña, que una parte de él, sigue viviendo a través de mí, y sobre todo seguiré honrando su legado: “la risa, honrar la vida a cada instante y también honrar la muerte, como algo que no se oculta, que siempre nos acompaña, que simplemente es y está presente.
Con todo esto he aprendido a encontrarlo en lo bello de este mundo, porque con el tiempo comprendí que el amor verdadero, siempre brillara en la eternidad.
Sé que un día te volveré a ver hijo, estoy segura de ese reencuentro porque creo en la hermosa promesa de mi Padre Dios” una nueva vida más allá de la muerte” esta es mi esperanza y mi fe. Espérame Javi……un día mami ira hacia ti….te extrañamos demasiado. mami, papi, Grace y el resto de la familia