8 autoras que te romperán el corazón (y otras partes). Segunda parte

"lo que aquí presento son las chicas con las que literariamente salí y me enseñaron ocho maneras distintas de leer"

Por Hans Alejandro Herrera

Fuertes, escabrosas, sucias, delicadas, terribles y bellas, siempre bellas hasta en el horror son las plumas de las autoras con que finalizamos este breve catálogo o guía esencial de autoras contemporáneas, quienes con el corazón en la mano, abierto a navajazo limpio, exponen las sinuosidades de la geografía del sentimiento humano. En esta oportunidad les alcanzo el cara y cruz de ser escritora hoy. Una obtuvo un éxito arrollador casi de inmediato, otra solo lo obtuvo estando ya muerta y la última, quizá el ejemplo más común de lo injusta que es a veces la literatura, continua siendo un final abierto en sí misma.

TODOPODEROSA DONNA TARTT

—La muerte es la madre de la belleza —dijo Henry
—¿Y qué es la belleza?
—El terror

Solo reaparece cuando publica una nueva novela y eso una vez cada década, antes y después  su natural estado es de no habida. Donna Tartt (Mississippi, EE UU, 1963) es ya un clásico contemporáneo. Traducida a 24 idiomas que ha logrado a un mismo tiempo ser  best seller y literatura de verdad. Poseedora de un genio a la altura de Dickens y Faulkner, Donna escribe con una paciencia que impacienta. Sin embargo poco se sabe a ciencia cierta de ella, la leyenda cuenta que se encierra para escribir en una casa de campo en Virginia que nadie conoce. En una entrevista a Mick Brown en 2003, Donna mencionaba: "Me he dado cuenta de que no escribo sobre el amor, y tampoco me gustan los libros de amor". Con un look que va entre George Sand y Marlene Dietrich, Donna es también la última superviviente de la brillante generación del Brat Pack de los 80s junto a Breat Easton Ellis y Jay McInerney, y su última novela El Jilguero (2013) le mereció ser galardonada con el Pulitzer.
Su primera novela El Secreto (1992) se convirtió casi de inmediato en un libro de culto, que algunos críticos en la década del 90 señalaron como ingrediente básico para el "sombrío egocentrismo" manifiesto en iconos góticos como Marilyn Manson y Buffy la cazadora de vampiros. La historia va sobre unos salvajes estudiantes de griego en una universidad de élite, cuya vida tranquila transcurre entre borracheras, fumar cigarrillos Pall Mall y traducir a Sófocles, hasta que se ven sacudidos por… el aburrimiento, que es cuando se confabulen entre sí para matar a uno de ellos y explorar una mayor y más auténtica belleza. Quizá la escena que más comprometa al lector con la novela sea cuando los homicidas van al funeral de su víctima a presentarles sus condolencias a los padres y de paso pedirles prestado el baño. Extraordinariamente cínica.
Con ella terminaras queriendo aprender griego.

COMO BUKOWSKY PERO CON CUATRO HIJOS

Esta señora merece una reseña no menor a mil palabras y que me paguen el doble por escribirla. ¡Dios mío, pero qué bien escribe Lucia Berlin!
Da fe en la literatura encontrarte de la nada con un muy buen libro y descubrir a un autor que no estaba en tu radar. Te hace pisar tierra y bajar al sótano del optimismo enterarte luego que ese magnífico autor nunca obtuvo el reconocimiento, y recién descubres de lo bueno que es cuando está muerto. La  misma historia de siempre solo que  en peor, en el caso de escritoras. Es lo que le sucedió a Lucía Berlín (EE.UU., 1936-2004), una autora que pasó sin pena ni gloria por las letras mientras vivió, y que ahora tenemos gracias a la oportunista genial edición que hizo Stephen Emerson al publicar Manual para mujeres de la limpieza (2015), una auténtica curaduría de sus relatos que se aproximan más a  ser una novela fragmentaría que una antología. Berlin nos habla desde la autoficción sobre la mujer en todos sus niveles, hija, novia, madre, estudiante, trabajadora, desempleada, con problemas de alcohol, con problemas del corazón, con la vida hecha un lío. No asoma jamás un discurso ideológico ni pretensiones intelectuales subidas de tono,  se trata de la mujer común, con toda su hermosa sensibilidad asediada por una vida que le sonríe con los dientes sucios y sin embargo no renuncia a encontrarle la belleza. Leerla es correr a prisa, sientes tu corazón latir, tu cerebro funcionar, en resumen es como ser una madre con cuatro hijos y no llegar a fin de mes. Léela o muere.

SER ESCRITORA EN PERÚ

La perfecta metáfora de lo que ha valido ser mujer en Latinoamérica. Pilar Dughi (Lima, 1956-2006) sigue siendo poco conocida, escasamente difundida como poco comentada y aún menos, o nada, vendida; Pilar es un rumor que parece conocer solo los iniciados que se internan en las catacumbas de las librerías, como una iglesia clandestina que resiste la prueba de la indiferencia general.  Sus relatos iban de ancianos abandonados, terroristas fugitivos, militares traumatizados, sacerdotes homosexuales, esposas celosas o la asombrosa historia de un libro que va de mano en mano a lo largo de los años; Dughi fue una psiquiatra peruana que supo captar en personajes marginales las pistas de lo que  nos sucede como sociedad. Pilar vivió entre la literatura y su profesión de psiquiatra, trabajando en Flora Tristán o siendo consultora de Unicef. Su obra ha sido muy breve, apenas una sola novela, Puñales escondidos (reeditado por Cocodrilo editores, 2017), y una serie de relatos posteriormente compilados íntegramente en Pilar Dughi, Cuentos completos (Campoletrado, 2017). A lo largo de su vida ganó varios premios en su país, sin embargo es una autora que continua invisibilizada. Imprescindible su cuento Las chicas de la yogurteria, donde expone la aparición del SIDA en la provincia y cómo se organiza la comunidad para controlarla, empezando por controlar a la mujer.

BONUS TRACK
LA VENGANZA FEMINISTA

Stieg Larsson (Suecia, 1954-2004) fue un periodista y escritor… espera, espera, espera.  Ya sé, tú te preguntarás, ¿y qué hace  un hombre aquí? Te explico, no es que se trate de ser inclusivo, la literatura jamás lo es, pero el aporte de Stieg entre los lectores es inapreciable al haber desarrollado un arquetipo de heroína femenina que rompe con todo lo anteriormente conocido. Lisbeth Salander es para los lectores millenials lo que Batman para nuestros padres, un personaje complejo, imposible de encasillar y difícil de no amar y temer. Ella es constantemente agredida sin jamás considerarse una víctima. A lo largo de la trilogía Millenium, Lisbeth padece todos los abusos que la sociedad puede ejercer sobre una persona: es golpeada, violada, difamada por la prensa, perseguida por la policía, internada por el Estado sueco en un manicomio desde que era niña, y hasta la entierran viva después de que su padre le dispara en la cabeza. Y con tode, la chica del dragón tatuado, piercings, cigarros baratos y pelo súper corto, casi una anoréxica de metro y medio, se levanta y continúa su viviendo la interminable ampliación del campo de batalla, su vida. Lisbeth es la materialización simbólica de la mujer enfrentando las estructuras que la oprimen. Todo ello ha marcado en especial a los lectores por ofrecerle una heroína de un realismo sucio, con características de un personaje de comic extraordinariamente atractivo. 

+info: 8 autoras que te romperán el corazón (y otras partes). Primera parte