Revista Coaching

8 claves prácticas para encontrar el sentido de la vida

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

8 claves prácticas para encontrar el sentido de la vida

Son muchas las personas que se levantan cansadas, de mal humor y sin energía por la mañana.

¿Y tú? ¿Alguna vez te has preguntado por qué vives? ¿Cuál es el sentido de todo esto?

La depresión, la apatía y las dudas sobre uno mismo son una avalancha parasitaria que afecta a muchísimas personas.

Incluso seguramente tú mismo has sentido apatía en algún momento de tu vida, o en alguien cercano.

¿Por qué nos pasa esto? Porque nos desanimamos en distintos momentos de la vida.

Para ello debemos entender la diferencia entre dolor y sufrimiento.

Como se dice, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Está claro que si llevas más de dos meses angustiado por algo, estás sufriendo.

El dolor tiene su propio proceso cíclico en el que no sólo te hace sentirte mal, sino que también te hace saber apreciar la importancia y la sabiduría de esa experiencia.

Por lo tanto, también hay otras emociones positivas que acompañan y amortiguan ese dolor.

Para saber la diferencia, puedes preguntarte ahora mismo:

¿Veo algo práctico y positivo de esta situación indeseable?

Si eres capaz de responder de forma afirmativa, quiere decir que estás alineado con tu misión de vida, con tu alma, la cual sólo se nutre de experiencias.

Esas experiencias te hacen aprender de la vida, sentir que te estás transformando y evolucionando como persona.

¿No has sabido responder nada positivo? ¿Más bien estás maldiciendo esa situación?

Entonces tal vez no estás entendiendo lo que te está pasando y tus circunstancias.

Hay una desconexión con tu propósito de vida

¿Qué es el propósito o sentido de la vida?

Muchas han sido las religiones, maestros y científicos que han intentado explicar el propósito de la vida desde los inicios de la humanidad.

Para responder, creo que debemos diferenciar entre el propósito común, y el propósito individual.

El propósito común es aquel en el que estamos todos implicados como humanos, como personas, como raza.

El propósito individual, es aquel que concretamente te concierne a ti, aquello concreto y específico que tú aportas a esta gran comunidad donde, si miramos con perspectiva, todos funcionamos como hermanos.

Vamos a concentrarnos de pleno en este segundo propósito, en tu sentido para estar vivo.

Si pensamos en la palabra SENTIDO, en parte, lo que nos viene a decir es DIRECCIÓN.

Por lo tanto, tu sentido de la vida es la dirección que debes seguir para vivir en equilibrio, para sentir toda la plenitud de tu ser

Cuando hablo de dirección, aunque pueda sonarte algo espiritual, te aseguro que tiene mucha parte práctica y física, en concreto, cuando hablo de la dirección de tu vida hablo de:

  1. Qué haces solo al levantarte por la mañana.
  2. De qué trabajas.
  3. Dónde y con quién vives.
  4. Cómo te llevas con las personas que te rodean.
  5. Qué haces en tu tiempo libre.
  6. Qué comes.
  7. Cuánto tiempo te dedicas a estar a solas en silencio contigo.
  8. Cómo te hablas a ti mismo. Qué piensas de ti.

Tu rutina, todo lo que haces en cada momento de tu vida, o va en la dirección correcta o va en sentido contrario.

¿Cómo saber si voy en la dirección correcta?

Muy sencillo.

¿Sabes distinguir entre ese dolor incómodo, como el de una inyección, que no hace nada de gracia pero que te ayuda a pasar meses, incluso años, sintiéndote bien?

Si sabes distinguirlo, sabrás que vas en la dirección correcta porque a pesar de que a veces te duelan las cosas, se compliquen o te molesten, te están ayudando a vivir mejor.

Sabes que sólo son parte de un proceso y que vale mucho la pena pasar ese peaje porque luego habrás potenciado más tus cualidades, habrás mejorado tu calidad de vida o las relaciones con los demás.

Sin embargo, si te estás sintiendo mal antes, durante y después de las cosas que haces, definitivamente algo está mal.

Estás corriendo en contra dirección, o no estás haciendo las cosas correctas, o no las estás interpretando debidamente para poder avanzar en tu DIRECCIÓN.

¿Qué puede quitarte tu sentido vital?

Como ves, constantemente te estoy hablando de sensaciones.

Las sensaciones son la brújula que te guía en tu dirección personal. Si no las escuchas, es imposible que aciertes el camino.

Por lo tanto, estamos hablando de desconexión contigo mismo o de ignorancia.

Significa no conocer, no darse cuenta de algo.

En este caso, no darte cuenta de la importancia de conocerte a ti mismo.

Cuando nos sentimos tristes y desesperados, a menudo lo hacemos porque no nos gustan las cosas que están pasando ahí fuera.

Porque no nos gusta nuestra salud, nuestro trabajo, relaciones o circunstancias.

Estás tan atento mirando fuera, que no te das cuenta de la gran posibilidad de transformación que tienes en tu mente (dentro de ti), de tu responsabilidad por hacer de tu experiencia algo mejor, de ser feliz.

Tiene que ver con una perspectiva pesimista de la vida, donde uno incluso se siente atrapado, frustrado, como si no tuviera otra opción posible.

Esto es así porque se sigue mirando fuera buscando esas excusas o justificaciones.

Y cuando se mira dentro sólo se ve a una persona pobre, sin recursos, sin opciones.

Es como si miraras a tu interior tapándote los ojos con las manos.

Por lo tanto, la depresión está formada por tu perspectiva y todos tus pensamientos negativos sobre ti mismo y la vida.

En realidad, incluso en esa situación puedes percibir ese don creativo que todos tenemos para aprender a gestionar las situaciones de la mejor manera, aun cuando no puedas hacer nada externo.

La apatía es esa pereza o desgana por hacer las cosas. Es una situación en la que sabes qué tienes que hacer, cuál es la dirección que te llevará a sentirte bien y a conseguir resultados en tu vida, pero no haces nada.

Esto pasa por:

  • Dejarte llevar por tus emociones y no por tus valores (aquello que te conviene más).
  • Fallarte muchas veces (a ti y a los demás). Por no haber cumplido tu palabra al decir que harías alguna cosa.
  • Llevar mucho tiempo sin tomar iniciativas, retos ni salir de tu área de confort.

Todas estas experiencias te conducen hacia la sensación de fracaso y a acostumbrarte a él.

Dudas sobre ti. Dudas sobre los demás. También dudas sobre si las cosas saldrán bien y si son convenientes o no.

Cuando estás desconectado de ti mismo y no escuchas las señales internas de tus SENSACIONES, no estás dirigido por tu brújula (o instinto).

Por lo tanto, entras en un bucle racional sin dirección en el que te lo planteas todo pero no encuentras tu mejor respuesta.

¿Cómo recuperar tu sentido vital?

Si te has identificado con varias de las cosas que he comentado, hay algo que se te remueve por dentro.

No te preocupes, hay una salida.

No hay un camino predeterminado. No eres un caso perdido, tú también tienes tu propia misión, propósito y sentido de la vida.

Eso sí, debes tomar la decisión de querer encontrarlo y conectar profundamente con él, y después, comprometerte a cuidarlo para siempre.

Voy a darte algunas ideas para que empieces a lograrlo hoy mismo.

1# Date tiempo (de calidad)

No te sirve de nada dedicarte el tiempo personal a estar entretenido.

Necesitas enfocarlo a tu autoconocimiento.

En ti están todas las respuestas, por lo que debes acostumbrarte a estar solo y en silencio contigo de forma que aprendas a escucharte sin darle cuerda a esos pensamientos y preocupaciones que te pasan por la cabeza.

Para esto tal vez puede servirte aprender a meditar, te dejo aquí unos pasos básicos para que empieces hoy:

2# Experimenta

Ponte nuevos retos. Aunque te cueste. Pero deja un espacio en tu rutina para salir de casa, ir con otras personas y hacer algo nuevo, algo diferente.

Tu cerebro necesita estimulación, acostumbrarse a los cambios, a las tensiones, problemas, y también, a resolverlos.

Coge ahora mismo tu agenda y anótate qué empezarás a hacer la próxima semana.

Por ejemplo, puedes apuntarte a clases de teatro, de baile, o iniciar un curso de paracaidista.

Sí, de paracaidista, ¿nunca lo habías pensado? ¡Entonces es una buena opción!

Así lo han vivido dos de mis mejores amigos, Miguel y Alberto, dos hermanos gemelos que por distintos motivos no pudieron terminar los estudios obligatorios (la ESO en España).

Estuvieron varios años sin poder ni estudiar ni trabajar. Hasta que finalmente, empezaron a trabajar de operarios en varias fábricas.

Eran muy buenos trabajadores, estaban sacando su vida hacía adelante, pero no estaban haciendo lo que amaban.

Así fue como decidieron apostar y probar de vivir una vida plena buscando directamente algo que les aportara emociones cada día de su vida. Y entonces, decidieron hacer la formación de paracaidistas.

Actualmente llevan más de dos años haciendo todos los saltos posibles cada semana.

Están viajando por el mundo ampliando su experiencia como paracaidistas, y obviamente, tienen muy claro que quieren dedicarse a esto. Su sentido de la vida ha cambiado completamente.

¿Crees que si hubieran estudiado tal vez hubieran llegado a vivir con esta intensidad?

No lo sabemos, pero lo que sí sé es que a menudo estudiar te hace pensar en catalogarte en Ciencias, Letras, Deporte... Y así es mucho más difícil escuchar esa voz interna a la que Miguel y Alberto hicieron caso.

3# Conecta con personas que van en la misma dirección

Procura que estas nuevas actividades que vas a empezar a incorporar en tu rutina te acerquen a personas que tengan ganas de vivir, que se sientan a gusto con lo que hacen, que te inspiren.

Serán de apoyo, y en momentos concretos tú también les apoyarás a ellos. Las personas crecemos más rápido si nos apoyamos codo con codo.

Sal ahí fuera y no pares de conocer gente hasta que sientas que conectas con alguien.

Miguel y Alberto, los paracaidistas, tenían un círculo mucho más reducido antes de tomar esta decisión. De hecho, al no estar estudiando y realizar la misma rutina convencional, a veces pasaban muchas horas en casa.

Y luego, al empezar a trabajar, hacían tantas horas que su mejor acto de día era ir del trabajo a casa y de casa al trabajo.

¡Ahora no paran de conectar cada día con personas que tienen las mismas pasiones que ellos!

Sí, porque se exponen, hablan de lo que les gusta, van a sitios concretos donde hay más paracaidistas y aficionados y todos sus amigos estamos mucho más contentos de hablar y saber de ellos. Sabemos que son felices.

Por lo tanto, el camino se hace al andar. No será hasta que te apuntes a teatro, baile o submarinismo que no empezarás a conocer personas con las que también conectarás.

Las personas no solo necesitamos el apoyo de otros, necesitamos modelos de cada área de nuestra vida, en concreto, de aquello que queremos mejorar.

Por lo tanto, empieza a estudiar personas que se sientan felices, plenas. Personas que se sientan a gusto con lo que hacen, que expresen directamente que su vida tiene sentido por varios motivos.

Y como normalmente, las personas no van contando su historia a los cuatro vientos, es más fácil que empieces por leer libros o películas de estas personas. Al fin y al cabo, están hechos por ellas.

5# Entrena tu mente para ello

Aprende a meditar (recuerda la guía que he compartido arriba contigo). Y no solo eso, aprende a hablarte bien.

Aprende también de tus peores circunstancias. Empieza por "sacarle lo bueno" a las cosas negativas que les pasa a otras personas.

¿De qué crees que les servirá? ¿Cómo pueden beneficiarse de algo así (mentalmente, emocionalmente, a nivel de relaciones...)?

Y luego haz lo mismo contigo.

Acostumbra también a tu mente a visualizar tu propio éxito.

Para mí ÉXITO, significa conseguir las cosas que tú quieres. Lograr tus deseos.

Cuando nos sentimos en consonancia con lo que queremos, hacemos y conseguimos, nos sentimos FELICES.

¿Cómo crees que te sentirías si fueras totalmente feliz? ¿Qué cosas que dependen de ti harías? Describe tú día a día ideal.

Piensa en las cosas que habrás conseguido. Y así, actúa a partir de ahí.

6# Organiza tu vida afín a tu nuevo sentido vital

Introduce en tu rutina un mínimo de horas de actividades (se puede incluir el trabajo o responsabilidades) que te hagan estar bien, que te gusten.

Revisa los puntos anteriores y asegúrate de que a partir de la semana que viene también se van a reflejar en tu rutina.

¿Crees que Miguel y Alberto se convirtieron en paracaidistas de un día a otro?

Te aseguro que no. Fue un proceso. Un proceso en el que ellos empezaron (consciente o inconscientemente) a ampliar las horas semanales en las que iban a saltar.

Al principio veían vídeos, y como mucho iban un día. No más de 24 horas a la semana.

Luego, decidieron cobrar menos por trabajar en uno de los centros de paracaidismo. Aquí ya pasaron de dedicar 15 horas a más de 30.

¡Sus vidas cambiaron totalmente después de tomar la decisión de ser paracaidistas! Y así debes cambiar también tu vida, alineándola con tus nuevas decisiones.

7# Ajusta tus relaciones

¿Estás sufriendo por alguien? ¿Por un familiar, pareja o compañero de trabajo?

Procura, si es posible, solucionar las cosas, y si no toma las medidas que necesites, ya sea mirarlo con otra perspectiva y flexibilizar o alejarte de esa persona.

Piensa que siempre nos contagiamos unos de otros, por lo que es importante que las personas que estén más cerca de ti sumen.

Si no es así, hay que hacer un cambio de forma urgente.

8# Grítalo a los 4 vientos

Acostúmbrate a vivir con acción, a compartirla y a hablar de ella a menudo con las personas que te cruces.

Es una gran forma de darte mensajes positivos, de acostumbrar a tu mente al bienestar y a conseguir las cosas que te propongas.

También las demás personas se acostumbrarán a escuchar mensajes que das enfocados a vivir bien, a la solución, a alternativas beneficiosas para ti y para todos.

Por lo tanto, también se sentirán más cómodos y te ayudarán a generar este cambio, ya que no solo confiarás tú en ti, también lo hará todo tu alrededor.

Si llevas más de dos meses sintiéndote mal contigo y con tu vida, y no le ves sentido a ese sufrimiento, es tiempo de:

  1. Dedicarte tiempo para auto-observarte y conocerte mejor
  2. Fijarte en qué haces en tu rutina
  3. Coger tu agenda y revisar todos los puntos que vimos para construir una rutina motivadora para ti

Solo tienes una vida para experimentar todo lo que quieras.

Aquellas cosas que te han llamado más la atención o por las que has sentido interés, probablemente son las cosas a las que debas prestar más atención.

Otra manera de encontrar tus dones o tu propósito es mirando las mayores dificultades de tu vida.

¿Cuándo has sufrido más? Ahí detrás también están tus mejores habilidades, porque has superado algo que te costó, y eso tiene su mérito.

Si ya tienes en mente alguna rutina, ritual o acción que crees que te aportaría calidad de vida y te ayudaría a sentirte mejor, dime, ¿has probado ya de implementarla a toda costa?

Fuente: https://rutakaizen.com/encontrar-el-sentido-de-la-vida/

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