Desde Tarro-libros 2021 hemos decidido celebrar un año más el 8 de marzo en torno a la literatura, a la lectura, que es lo nuestro. En esta ocasión la propuesta ha sido la de escoger un personaje femenino de ficción y rendirle un breve homenaje. Así de sencillo. Y así de complicado.
Porque muchas son las mujeres 'no reales'- aunque finalmente acabamos por sentirlas como partes mismas de nuestra propia realidad o de la que nos construimos paralela al día a día cotidiano- que merecerían ser recordadas hoy aquí. Pero ha de ser una sola. Y, si no la escogiese a ella, me sentiría una traidora, una desagradecida. Mi mujer, mi personaje de ficción es... Jane Eyre.
¿Por qué? Bueno, a veces intentar explicar el por qué de algo que se elige con el corazón es muy difícil pero, en este caso, hay claros argumentos de peso: nos enfrentamos a una mujer que ha luchado contra todo y contra todos, que ha mantenido su orgullo, su amor propio intactos y por encima de las duras circunstancias vividas- una vida de humillación, desarraigo y privaciones- y que no se ha doblegado.
Pero es desgraciadamente un personaje incomprendido por muchos. Se oye con frecuencia, al hablar sobre ella y la novela que protagoniza, equiparar a esta increíble mujer con una 'cenicienta' que acaba encontrando a su príncipe azul. No, señoras y señores. No nos engañemos. Ni Rochester es un príncipe azul (recomiendo la lectura de Ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys para entender al verdadero Rochester o verlo, al menos, desde otra perspectiva) ni ella es la muchacha sumisa y desvalida que cautiva por su belleza. Es mucho más.
Fuerte, orgullosa, inteligente, segura, independiente, feminista. Esa es nuestra Jane Eyre.
("Yo no soy ningún pájaro, ni estoy atrapada en ninguna red. Soy un ser libre con voluntad propia.")
¡Gracias por compartir!