Para empezar, es necesario conocer los aspectos que conforman una cultura organizacional para lograr entender la definición y el proceso de la gestión del cambio. Una cultura organizacional se compone de creencias, valores, hábitos, costumbres y experiencias aplicadas a todos los componentes de una compañía. El comportamiento de la empresa se verá afectado en la manera en la que se administren o se apliquen esas normas, creencias y hábitos. Generalmente lo que determina una cultura organizacional es la misión, la visión y las metas organizacionales, todas regidas por determinados valores y criterios de comportamiento.
Para que lo anterior se cumpla, es ideal que en las organizaciones haya una cultura de reconocimiento, crecimiento, tanto profesional como personal, y comunicación. Cuando las personas se sienten reconocidas y sienten que tienen gran impacto en su empresa, su productividad incrementa y la cultura de compromiso se impone.
Hay que tener en cuenta que los valores, para que cumplan su objetivo, deben ser valores compartidos. Esto permitirá un mayor sentido coherencia, cohesión y un propósito para toda la organización.
En general, la cultura organizacional tiene un gran efecto sobre el comportamiento de sus miembros. Esta tiene efecto sobre el proceso de la rotación interna voluntaria y efectos sobre la retención. Lo anterior gracias a que entre mayor retención haya, habrá un sentido de pertenencia aún mayor.
También debe tener en cuenta que el entorno está en constante cambio, así como el ser humano. Por tal motivo es que una empresa no es permanente. Si no existen cambios internos, se le dificultará mucho más a la organización acoplarse y encajar en el mercado.
La gestión del cambio es el proceso mediante el cual se gestiona la transición a una nueva realidad. Esta gestión procura convencer y persuadir a los miembros a que logren trabajar en un nuevo contexto que traerá buenos resultados a la organización. Sin embargo, no es tan sencillo cambiar la cultura y los objetivos de una empresa,
Estos son los 10 pasos que John Kotter, profesor de liderazgo de Harvard Business School, sugiere para lograrlo:
La empresa debe realmente crear ese sentido de urgencia que les permita a los trabajadores querer desear ese cambio. Este paso es el que más tiempo requiere ya que se debe convencer a toda la organización acerca de la necesidad mediante estadísticas, cifras, testimonios e investigaciones del mercado actual.
Lo importante de este paso es que a los miembros de la organización les quede plasmado la gravedad del asunto y la necesidad de inmediata de realizar el cambio. El verdadero reto es llegar a convencer a los altos directores y gerentes, ya que estos tienen el completo mando para invertir tanto tiempo como dinero en los cambios que se quieran realizar.
Evalúe el clima laboral de su organización preguntando a quienes mejor lo conocen: sus colaboradores!
Cerciorarse de que no solo sea una persona quien este liderando el cambio que se quiera empezar a implementar. Lo ideal es que existan varias personas que se encuentren cien por ciento de acuerdo con el cambio que se realizará. De esta forma será más fácil el esparcimiento del mensaje.
- Crear una visión clara para el cambio
En esta fase se deben determinar los nuevos valores por los cuales se regirá la organización. La creación de una visión a corto y a largo plazo de la empresa al momento de realizar el nuevo cambio. La creación de una estrategia para ejecutar las acciones que cumplirán con la visión a corto y largo plazo, y asegurarse de que los lideres quienes conozcan el nuevo cambio, tengan claridad al momento de realizar el discurso.
Asegurarse de que todos los miembros tengan claridad en el propósito del cambio.
- Eliminar obstáculos que se puedan presentar frente a la gestión del cambio que se está realizando.
En esta fase se debe mirar la estructura orgánica para encontrar el punto de consonancia con la visión y objetivos a los que se quieren llegar.
También se debe identificar a las personas que se estén resistiendo al cambio conociendo sus puntos de vista e investigar lo que ellos necesitan
- Asegurarse de triunfos a corto plazo
Esto con el propósito de que los miembros de la organización crean en que el cambio que se realizó, está cumpliendo con los objetivos planteados desde un principio.
No permanecer satisfechos con los logros realizados a corto plazo. Se deben evaluar los puntos que positivos y los puntos por mejorar, para así poder fijar metas y generar el concepto de la mejora continua. También es importante seguir generando agentes de cambio para que aporten a las acciones que se pretenden llevar a cabo.
- Implementar los cambios en la cultura organizacional
Es importante que los líderes y nuevos integrantes de la organización sigan apoyando el cambio. Para poder crear más credibilidad con los cambios que se han realizado, hay que hablar cada vez que sea posible acerca de los avances y logros que se han obtenido. Para que la cultura de cambio se mantenga, el hábito de reconocimiento público de los miembros debe mantenerse.
Realizar una gestión del cambio requiere tiempo, dedicación y compromiso por parte de todos los miembros de una organización. Una gestión del cambio va a tener éxito siempre y cuando esta se centre en las necesidades de los clientes tanto internos como externos. Sólo de esta forma se va a ver reflejado un éxito estratégico y financiero. Por tal motivo, es de gran importancia fortalecer los métodos de comunicación e integración de los miembros en los planes que se vayan a realizar dentro de la empresa.Fuente: https://blog.acsendo.com/8-pasos-gestionar-cambio-la-cultura-organizacional-2/