En estos días de confinamiento a los dermatólogos se nos bombardea a preguntas sobre la vitamina D. Por un lado, los dermatólogos insistimos en los peligros de una exposición solar intensa, pero por otro parece que con estas campañas de fotoprotección estaríamos consiguiendo que los niveles de la vitamina D de la población esté disminuyendo. ¿Cómo hay que actuar durante el confinamiento y ahora que parece que vamos a ir saliendo de él progresivamente?
Las 8 preguntas y respuestas que enumero a continuación las he basado en los 2 posts que ha escrito recientemente el Dr Angel Pizarro, dermatólogo con el que trabajo desde hace 8 años y que está especializado en la prevención y diagnóstico precoz del Melanoma
1.¿La principal fuente de vitamina D está en los alimentos?
No. La dieta nos aporta no más del 20% de la vitamina D. La principal fuente de vitamina D es la que se produce en nuestra piel respuesta a la luz ultravioleta B UVB procedente del sol.
Es suficiente con tomar 10 minutos al día sin fotoprotección para producir la vitamina D necesaria. Es interesante exponer grandes superficies como brazos y piernas. La clave es no quemarse. Los niños menores de 2 años no deben tomar el sol directamente, y se debería plantear que éstos tomen suplementos de vitamina D si no han tenido exposición solar.
Las necesidades diarias de vitamina D en un adulto están en torno a 800 unidades internacionales (UI) diarias, es decir, 24.000 UI mensuales. Los suplementos con la dosis para una única toma mensual suelen necesitar receta médica, y es muy importante que nadie se confunda y se tome esa dosis a diario, porque eso conduciría a una grave intoxicación por exceso de vitamina D.
El límite es 30 . Niveles mayores de 30 ng/ml son normales, entre 20 y 30 ng/ml se considera en el límite, y por debajo de 20 ng/ml son bajos. Prácticamente todos los médicos recomiendan suplementos orales de vitamina D con niveles menores de 20 ng/ml. La controversia surge al considerar qué debemos hacer en personas con niveles entre 20 y 30 ng/ml.
No. Los niveles de vitamina D en los españoles están más bajos en invierno y más altos en verano. La vitamina D es liposoluble, es decir, que se almacena en la grasa y en el hígado. Cuando los niveles en sangre bajan entonces utilizamos nuestras reservas, por lo que 2 meses de confinamiento no suponen un problema de salud a corto plazo en adultos.
En los niños la situación es diferente. Ellos tienen menos reservas de vitamina D y la falta de vitamina D puede producir raquitismo. Por ello los pediatras recomiendan con frecuencia suplementos vitamínicos con dosis suficientes de vitamina D a muchos niños en sus primeros años de vida, y prácticamente a todos en su primer año de vida. Lo correcto es consultar con su pediatra para que valore si necesita tomar suplementos de vitamina D durante y al acabar el confinamiento.
La vitamina D no sólo nos proporciona unos huesos más sanos, sino que parece que está implicada en nuestra respuesta inmunológica, en la protección contra la diabetes, en el mantenimiento de la salud cardiovascular y además parece que tiene un efecto anticanceroso. De todas formas, el papel de la vitamina D en nuestro organismo está todavía en discusión y hay mucha polémica sobre sus verdaderas funciones para el mantenimiento de nuestra salud. Por ejemplo, hay personas que tienen la vitamina D alta porque practican deporte al aire libre. Y la mejor salud de estas personas quizá no sea debido a los altos niveles de vitamina D sino a los hábitos deportivos de la persona.
¿Entonces debemos tomar suplementos de vitamina D durante o después del confinamiento?
Lo primero que deberíamos hacernos es una analítica para medir los niveles de vitamina D. Si una persona tiene niveles por debajo de 20 ng/ml debería tomar suplementos. Con niveles entre 20 y 30 ng/ml debería tomar suplementos solo en los meses de no exposición al sol.
En resumen, ahora que parece que podemos ir saliendo poco a poco TOMA EL SOL SIN PROTECCION MINIMO 10 MINUTOS AL DIA, INTENTA EXPONER BRAZOS Y PIERNAS, SIN QUEMARTE, EN LA PRÓXIMA ANALÍTICA MIDE TUS NIVELES DE VITAMINA D, Y CONSULTA CON EL PEDIATRA DE TUS HIJOS PORQUE QUIZÁ SEA INTERESANTE QUE TOMEN SUPLEMENTOS DE VITAMINA D.