Marie Kolstad, una activa bisabuela que trabaja a jornada completa como encargada de una propiedad en el condado de Orange, en el sur de California, decidió pasar por el quirófano cansada de que sus "pechos fueran en una dirección" y su cerebro "en la otra", dijo en una entrevista.
Su caso se ha convertido objeto de debate en algunos medios nacionales del país donde algunos analistas señalaron la obsesión por la estética existente en la sociedad y reforzada por algunos programas de televisión, mientras que en páginas web sobre tercera edad muchos aplaudían su determinación.
La historia de Kolstad salió a la luz en un reportaje que publicó el pasado día 8 el diario The New York Times en el que recogía las experiencias de personas mayores que optaban por la cirugía para quitarse unos años.
