Lienzo de Babel cumple hoy 9 años de existencia, 9 años de comentarios y reflexiones, de plantear más preguntas que respuestas, albergar más incertidumbres que certezas y de compartir el desasosiego que produce el hecho de vivir intentando comprender -y comprendernos- sin alcanzar nunca conocer completamente nada, ni tan siquiera ser capaces de explicar o explicarnos absolutamente nada de manera satisfactoria o, cuando menos, convincente. Tal vez esa sea la razón de la longevidad de esta bitácora: la persistencia de la duda, la incredulidad y la insatisfacción en esta búsqueda compartida de alguna razón en lo que existe y nos afecta, en lo que hacen o para lo que sirven las instituciones y en lo que hacemos y nos comportamos como personas.
Seguimos buscando respuestas porque constantemente surgen nuevas preguntas o perduran, simplemente, las antiguas interrogaciones. Seguimos, a pesar del esfuerzo, instalados en el desasosiego y la incertidumbre, lo que nos da motivos para continuar explorando la verdad y la razón de cuanto sucede e interesa, aunque no estemos capacitados para ello y se nos resistan. Y seguimos comprometidos en compartirlo todo con ustedes, con nuestros escasos pero fieles seguidores, con esos babilonios anónimos y silentes que rastrean estas páginas. A todos les damos las gracias por la confianza y la atención que nos prestan, pero especialmente por la paciencia que derrochan en soportar nuestras impertinencias. Una gratitud sincera porque los lectores y nuestros seguidores son la auténtica razón de la persistencia de este blog tan poco convencional. Gracias.