(Adaptados de la consultora americana Corum)
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Planificar la venta de la empresa desde el momento que se crea.
Pensar como un comprador a la hora de gestionar la empresa.
Tener el balance limpio (lo explico al final).
Asegurarse de que todo el equipo, y en especial los directivos y consejeros, están alineados con la propiedad siempre y en especial en el proceso de venta. No explican cosas distintas.
Evitar la concentración de clientes (y de proveedores)
Tener un modelo de negocio que asegure ingresos de calidad: cuanto más recurrentes y escalables, mejor.
Tener claros y alineados la misión, el modelo de negocio y los procesos.
Tener un Plan de Producto (Product Roadmap) claro, definido y factible.
Estar preparado para las obligaciones personales de los fundadores en la postventa: papel y permanencia.