Shakespeare estaba equivocado. El mundo entero no es un escenario, pero tú piensas que así es. Es este pensamiento, la creencia de que es necesario actuar para un público que siempre observa y que siempre critica, crea una ansiedad enorme. Si deseas recuperar parte del tiempo y la energía que dedicas a preocuparte por lo que otros piensan, entonces sigue leyendo e inspírate para ser, crear y compartir tus talentos, sin miedo a la vergüenza.
Hay tres maneras infalibles de eliminar el criticismo en tu vida: ser terriblemente normal, no tomar ningún riesgo en absoluto, y esforzarse por sacrificar lo que es especial y único en ti con el fin de mezclarte en la medida de lo posible. Por supuesto, está claro que esa no es la receta para vivir una vida mejor. No se puede evitar la crítica, pero puedes aprender a vivir con ella y a no permitir que ésta tenga el control de tu vida. En otras palabras, puedes llegar al punto en que te preocupas tanto por ti o por tu idea, que no eres puesto al margen por un comentario crítico, una evaluación negativa o una ceja levantada.
Deja de permitir que el miedo y la ansiedad te impidan ser la persona que eres, y de compartir tu creatividad, con estos nueve consejos:
1. Encontrar un modelo a seguir. Si deseas un estímulo de inspiración de uno de los mayores villanos creativos en la historia literaria, lee el libro de Ayn Rand, El Manantial. Howard Roark te hará aplaudir.
2. Centrarse en los momentos importantes. Piensa en la atención que tienes disponible como un vaso con capacidad limitada. Tú eliges lo que va en el vaso, pero el vidrio restringe cuánto puedes poner en él. Tienes una cantidad limitada de energía mental con la que prestas atención. Los grandes oradores públicos tienen un truco para reducir el nerviosismo. Cuanto más se centran en su mensaje, en el impacto que ellos quieren hacer y en las necesidades de su audiencia, menor es la energía mental que dedican a pensar en sus mariposas en el estómago, en meter la pata o en lo mucho que la presentación podría hacer o romper su carrera. Así que si estás yendo a entrevistas para un trabajo, buscando un nuevo cliente, escribiendo un libro, sometiendo una entrada de blog, bailando o pidiendo un aumento, mientras más te concentres en la tarea en cuestión, menos energía vas a desperdiciar en estar con miedo o preocupado.
3. Sé como Bruce Lee. La ansiedad es el producto de lo que es versus lo que podría ser. La mejor manera de reducir la ansiedad es limpiar tu cabeza de lo que podría ser. Bruce Lee fue un maestro en esto. En lugar de centrarse en el resultado de una pelea, vaciaba su mente y se convertía en algo amorfo, sin forma, para adaptarse al momento que era, en vez del que podría ser. Enfócate en el momento de hacer, no en el de ganar.
4. Ten cuidado con lo que preguntas. Deja de pedirle a la gente lo que piensan de ti y de tus ideas, especialmente las personas que son críticos, sin éxito o infelices. Sus comentarios serán menos acerca de tu idea y más de un reflejo de su estado negativo y poco saludable.
5. Hazte menos sensible. ¿Cuál es el peor escenario posible? ¿Una mala crítica? ¿Ser abucheado en el escenario? ¿Ser despedido? Imagínate el absoluto peor escenario posible y luego pregúntate: “¿podría sobrevivir a eso?”.
6. Deja de leer comentarios o críticas negativas. ¿Alguna vez un camarero ha colocado un plato frente a ti, advirtiéndote que estaba muy caliente, pero segundos más tarde te viste obligado a tocarlo de todos modos? ¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos? He hablado con los autores más vendidos, quienes han cosechado cientos de críticas “5 estrellas” en Amazon, pero se han obsesionado con leer y releer un puñado de comentarios negativos. Si te duele, ¡no lo hagas!
7. Haz las preguntas correctas. En primer lugar, asegúrate de que le estás preguntando a la persona adecuada. Después, en vez de preguntar: “¿qué te parece?”, una pregunta mucho mejor (y más positiva) es: “¿cómo puedo hacerlo mejor?”.
8. Da gracias por la crítica. La segunda peor cosa es recibir comentarios negativos, pero lo peor es ser ignorado. Salta a la oportunidad de impactar las vidas de unos pocos en lugar de ser ignorado por todos. Recuerda eso.
9. No necesitas complacer a todos. Creo que con que le gustes al 51% de la población ya vas bien…jjajaja. Yo dejé de complacer a los demás y pasé a… ¿A ver con quien puedo disfrutar de un buen momento? No se trata de gustar ni de que complazcan, sino de ver con quien congenias y disfrutar mutuamente de la compañía.
No trates de convencerte a ti mismo hasta el punto en que simplemente ya no te importa lo más mínimo el criticismo como para que te afecte. Esa estrategia es errónea y peligrosa. Un enfoque mucho mejor es preocuparte profundamente por lo que eres y lo que estás creando. Sigue tu pasión y tu inspiración. Ve a donde te llaman y crea lo que está dentro de ti. Los mayores logros que el mundo haya visto jamás fueron iniciados por personas que marcharon al ritmo de un tambor diferente. A medida que te dispones a cambiar el mundo, sólo asegúrate de que el tambor es lo suficientemente fuerte como para dejar sordo a los críticos.
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