El primer recuerdo que tengo de Twitter es el de un breve en un periódico gratuito que leí en el autobús que me subía a la universidad. La noticia era sencilla. Habían pillado a Rosa Díez (entonces líder de UPyD) tuiteando en directo en televisión. Lógicamente era alguien de su equipo con su cuenta. Cuesta encontrar la noticia de entonces porque la exconsejera del Gobierno Vasco es una mujer activa en esa red social y el breve se pierde en la marea de resultados de Google. Recuerdo pensar, ya entonces, que me parecía una chorrada. El tiempo me ha dado la razón. Sin ir más lejos, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy firmaba personalmente los tuits que enviaba desde su cuenta con un “MR”, por lo que la mayoría de ellos eran escritos por gente de su equipo. Lo normal, vaya. Pero en los albores de esta red social, lo de Rosa Díez no estaba tan bien visto.
Ha llovido mucho desde entonces y han cambiado muchas cosas. Con el tiempo, me abrí mi cuenta y hoy, casi 280 000 tuits y nueve años después, aquí sigo, encantado con Twitter. En los últimos tiempos el ambiente se ha enrarecido y ya no es un lugar tan alegre y positivo como lo fue antaño. Al menos según creo recordar, claro. La memoria falla y la nostalgia es lo que tiene. Por que sí, también hay nostalgia de lo que fue esta red de microblogging en sus comienzos. Ya lo presenté como el nacionalismo de Twitter y sigo con esa idea en la cabeza.
Hoy he decidido hacer una lista de cosas positivas o que me gustan (o gustaron) de Twitter en este tiempo que llevo dentro. Podía haber hecho un hilo (tan de moda y más viral, no cabe duda), pero he preferido escribir una entrada en el blog, para darle algo más de contenido y poder explayarme en caso de que me apetezca (no prometo nada). Así que aquí van las 9 cosas con las que me quedo de Twitter en estos 9 años que llevo dentro.
La gente
Creo que es obvio, ¿no? Hay muchas razones para mantener activo un perfil en esta red social, pero la mía particular es la gente. Gente que conozco, gente que me cae bien y gente con la que me relaciono a diario (o de vez en cuando). He conocido gente en Twitter y son de mis mejores amigos a día de hoy. @Pixelillo y @carballo son dos buenos ejemplos de ello. Gente que sin Twitter (o Internet) jamás hubiera coincidido y gracias a esto ya tenemos cosas para enredar. Este primer punto es básico.
Las risas
Iba a poner “el humor”, así en general, pero creo que lo de las risas es algo más concreto y conveniente para el contexto del que hablo. Porque si hay algo que me encanta de Twitter es reirme. Ya sea con tuits humorísticos, montajes, comparaciones o simplemente historias locas, con esta red social me río muchísimo y es una de las razones por las que me gusta tanto.
Aquella vez que conseguimos un TT mundial
Cuando los Trending Topics no eran locales, era mucho más complicado llegar a ello. Recuerdo una noche que el bueno de @cosechadel66 se le ocurrió un hashtag para mezclar cine con tuiteros y nos lo pasamos muy bien haciendo juegos de palabras. Tanto, que el propio hashtag llegó a entrar entre los 10 TT mundiales. Fue como un pequeño logro para la incipiente comunidad española del pájaro azul.
Eurovisión
Desde que hay Twitter, el Festival de la canción de Eurovisión es uno de los grandes eventos del año. Los memes, los comentarios y las risas son lo que hacen grande esa noche de sábado cada año. Da igual lo que lleve España (habrá memes y bromas), da igual en qué posición quede o qué tal cante. Lo divertido no sucede en pantalla, es lo que está a su alrededor en nuestros dispositivos móviles. Me lo paso de cine con Eurovisión gracias a Twitter.
Otros eventos
Ya no solo es Eurovisión (aunque se merecía su apartado especial), son otros muchos eventos mundial como los Juegos Olímpicos, el Mundial de Fútbol, la gala de los Oscars o la Superbowl. Todo se hace más ameno y divertido. Aunque se torne en un tema serio, siempre hay hueco para el debate y el intercambio de opiniones. Los pocos que estamos de madrugada viendo la segunda parte de la Superbowl estamos ejerciendo de comentaristas profesionales sin tener ni idea. Lo típico, vamos, pero cada uno en su puñetera casa.
Límite de tuits
A este respecto, recuerdo con simpatía cuando llegaba al límite de tuits por hora y la aplicación no me dejaba mandar más. Creo que fue @Twittboy que me dijo que la API solo permitía 100 tuits cada hora (incluyendo retuits) y que si llegaba al límite, me tocaba esperar a que pasase el tiempo permitido. Lo recuerdo como una anécdota graciosa y un poco como una hazaña. Solo me solía pasar en eventos como los mencionados anteriormente. Eurovisión solía ser una fecha clave para ello. Es cierto que hace bastantes años que no me tengo que ir a Facebook porque he pasado el límite de tuits, pero no dejo de intentarlo a ver si vuelve a pasar.
Campaña de los Bitácoras
En el año 2010, lanzamos una loca campaña para los Premios Bitácoras en apoyo de @Pixelillo. No sé si recordáis estos premios. Eran los más importantes y prestigiosos de la blogosfera española. Había varias categorías y se votaban durante un mes. Los tres más votados pasaban a una final en la que el jurado valoraba el blog propiamente dicho. Se hizo campaña a tope por Alberto en dos categorías: Mejor Blog Personal y Mejor Microblogger. Era aquella época en la que de un listado de 100 participantes en esa categoría eran 99 cuentas de Twitter y el Tumblr de @mediotic. Ya solo por eso se lo merecía. Al final fuimos a Madrid con una única posibilidad, la del Twitter. SPOILER. No se ganó. Ese año se lo llevó @Kurioso, junto a mejor blog cultural y, en cierta manera, mejor blog de ciencia con Amazings (hoy, Naukas). Nosotros nos lo pasamos genial dando por saco en Twitter y Facebook. Y eso es lo que queda.
Actualidad
Twitter es una gran vía de información si la sabes usar adecuadamente. Últimamente, la gran parte de las informaciones que consumo vienen de esa vía. Se accede rápido y si sabes cómo buscar o dónde, puedes estar bien informado de casi cualquier tema. Eso sí, siempre recuerdo que me enteré de la muerte de Michael Jackson por Facebook antes que por Twitter, pero bueno, la excepción que confirma la regla.
Eventos presenciales
Ya no hay tantos o son más comunes los que suceden a escala más local, pero es cierto que hubo una época (hasta 2013 o así) que asistí a muchos eventos presenciales y me lo pasé maravillosamente. Gracias a ellos he conocido ciudades que me encantan como Madrid, Sevilla, Burgos o Granada. En todos ellos pude desvirtualizar a gente que seguía y con la que mantengo unas buenas relaciones. Me lo he pasado genial en el EBE, el Blogs y Medios, iRedes o el InterQué. He disfrutado como un enano y muchas veces lo echo de menos. Juntarnos todos para reir, tomarnos unas cervezas y hablar de nuestras cosas. Un par días muy a tope que, además, sirven para aprender. Creo que de ese espíritu solo queda InnovaBilbao. Es un evento que me encanta, pero como se organiza en casa, no es lo mismo. El evento solo es una excusa más para viajar.
Y estas son las nueve cosas con las que me quedo. La verdad es que prefiero no recordar lo malo, ni hacer un repaso. Lo bonito que siempre ha tenido Twitter es que es lo que tú quieres que sea. Sigues e interactúas con quien te apetece y no necesitas nada más. Si lo estás pasando mal, creo que es mejor dejarlo. Hay gente que se toma vacaciones de Twitter. Yo, por mi parte, lo sigo disfrutando y me lo paso genial, aunque bien es cierto que ya me controlo mucho más que antes. Todo el mundo cambia, supongo.