Vivimos en una era prácticamente definida por el espíritu empresarial, y como lo vemos, algunas de las empresas más interesantes están apareciendo en el sector de alimentos y bebidas. Si bien nos encanta ir a ver dónde y cómo se producen algunas de las marcas de alimentos más icónicas de los Estados Unidos, apreciamos los toques personales que hacen que los creadores independientes sean tan especiales, y California en particular es una vergüenza de riquezas. Éstos son algunos de nuestros productores favoritos de pequeños lotes dignos de destino en el estado.
1. Lucero Aceite De Oliva: Corning
En el norte de California, un tiro directo al sur de Redding en la I-5, encontrarás a Corning, una pequeña comunidad rural donde las aceitunas son el nombre del juego. El productor de aceitunas de mesa más grande y el procesador de aceitunas maduras más grandes del país, Bell-Carter Foods, tiene su sede aquí, pero también lo es Lucero, una pequeña operación altamente decorada que produce uno de los mejores aceites de oliva virgen extra de este lado. del mediterraneo. Deténgase para ver el piso de la fábrica, pruebe una degustación y pruebe los productos (también importan y dan sabor a vinagres balsámicos de Módena, tradicionales y con sabor a frutas). Puedes elegir entre un recorrido introductorio básico ($ 5), celebrada dos veces al día; un Explorer Tour de una hora de duración ($ 20; reservar con antelación) que profundiza en el proceso de elaboración del aceite de oliva e incluye combinaciones de alimentos; y la experiencia del conocedor de dos horas ($ 50; reservar con antelación), que ofrece un vistazo a la almazara, así como amplias opciones de maridaje. Pero no importa cuál elijas, visita la tienda después. Con una pared de dispensadores que brindan aún más sabores de la mercancía, una selección de vajillas y accesorios de madera de olivo y una gran cantidad de botellas de mano para comprar, no se irá con las manos vacías.
2120 Avenida Loleta, Corning; 877-330-2190; lucerooliveoil.com.
2. Journeyman Meat Co .: Healdsburg
Cuando el enólogo del condado de Sonoma, Pete Seghesio, renunció a su viña y dirigió su atención a la salumi artesanal, no entró con los ojos cerrados. Nieto de los inmigrantes italianos del siglo XIX, el negocio de la carne estaba en su sangre: un bisabuelo era un carnicero, y su padre le enseñó a hacer chorizos y carnes curadas de los cerdos criados en granjas de la familia a una edad temprana. Tomó en serio el oficio en 2012, pasando un tiempo en el entrenamiento de la Toscana con el reconocido carnicero Darío Cecchini antes de abrir Journeyman Meat Co. cinco años después. Hoy en día, puede comprar en línea la magistral finocchiona, soppressata y chorizo de Seghesio, pero si se encuentra en la zona, merece la pena visitar la carnicería, salumería y la tienda de cata de vinos en Healdsburg. Ubicado en una oficina de correos modernizada, justo al norte de la plaza principal de la ciudad, cuenta con un menú rotativo de pizzas al horno, salchichas caseras y perros calientes, y, por supuesto, una variedad de tablas de salumi, todas combinadas con el condado local de Sonoma los vinos
404 Centre Street, Healdsburg; 707-395-6328; journeymanmeat.com.
3. La Zamorana Candy Co .: Los Angeles
Desde 1957, La Zamorana Candy Company ha estado produciendo dulces mexicanos tradicionales con recetas de generaciones anteriores en una pequeña cocina en East L.A. Este negocio familiar es conocido por su tarugos (caramelos de pulpa de tamarindo recubiertos de azúcar), cocadas horneadas (caramelos de coco al estilo de macarrones), dulce de leche y más. La golosina se vende en los mercados latinos en toda la zona, pero para echar un vistazo a los métodos tradicionales de elaboración de golosinas mexicanas, visite la fábrica, que se convierte en un santuario para la confitería de antaño y el ingenioso recurso de hoy en día. (Una cortadora manual, por ejemplo, fue construida con cuerdas de guitarra de acero que sirven como cuchillas). Pase por aquí y observe cómo ocurre la magia.
7100 Wilson Ave, Los Angeles; 323-261-1817; zamoranacandy.com
4. Saltroot Café: San Francisco
Cuando John Goyert y Juliana Okada se mudaron de Brasil a San Francisco hace unos años, trajeron algo delicioso: una receta para pão de queijo, ese popover cursi, masticable, que extraoficialmente podría ser considerado el bocadillo nacional del país. El equipo de marido y mujer se instaló en el vecindario de Outer Sunset y abrió su pequeña cafetería en 2017. Además de destacar pão de queijo En las variedades tradicionales (parmesano) y no (guayaba), sirven una selección estelar de empanadas, jugos verdes, café y té. Pide una bebida y míralos trabajar mientras esperas; La mesa de producción y el calentador de pan son visibles desde el registro, y los propietarios agradecen la oportunidad de hablar sobre su oficio. Obtendrá una cortesía pão de queijo con su café, té o chocolate caliente, pero también están disponibles para comprarlos individualmente o por bolsa, congelados, para llevarlos y hornearlos.
2960 Clement Street, San Francisco; 415-663-6226; saltroot.com.
5. The Heart & Trotter: San Diego
Lo que comenzó como la campaña de Kickstarter de dos amigos carnívoros en 2013 se ha convertido en una opción de San Diego para las carnes y una variedad de platos gourmet, principalmente alimentos locales, como carne seca, mostaza, pepinillos y productos lácteos como el queso y la mantequilla. Desde su apertura en 2015, The Heart & Trotter se ha especializado en carnes y huevos locales sin antibióticos ni hormonas. Es una carnicería para todo el animal, así que espera encontrar salchichas, patés y rillettes hechos en casa junto con cortes no convencionales (a saber, bavette, que está cerca de un filete de suspensión en términos de donde se encuentra en el cuerpo del animal, pero menos costoso ). Para las lecciones sobre cómo poner en práctica las prácticas de la nariz a la cola, ofrecen demostraciones y clases. O simplemente pase por un sándwich generosamente apilado o un plato de charcutería. Consejo profesional: la carne llega de las granjas locales por la mañana, así que si llegas temprano, podrás capturar la carnicería en acción.
2855 El Cajon Boulevard # 1, San Diego; 619-564-8976; theheartandtrotter.com
6. California Cheese Trail: Compton a Crescent City
Hay tantos fabricantes de queso en California que sería imposible elegir solo uno y, por suerte, no es necesario. Descubra las delicias lácteos del estado con el California Cheese Trail (cheesetrail.org), una visita autoguiada creada por Vivien Straus, residente de Petaluma, una entusiasta del queso que es copropietaria y propietaria de una lechería familiar en Marshall. Elija entre un itinerario sugerido, o cree el suyo propio, seleccionando una región y visitando los lugares que están abiertos para visitas y catas. En el condado de Marin, Straus recomienda Ramini Mozzarella (raminimozzarella.com), una de las únicas lecherías de búfalo de agua en el país. La emoción es el sorteo, pero los visitantes amantes de los animales también pueden ponerse manos a la obra con el ganado: a los búfalos de agua les encanta estar preparados. "Literalmente, enroscan sus colas cuando se cepillan, luego se colapsan en éxtasis", dice Straus. "Sus tal una cosa extraña para ver Bastante único. "Más al sur, en Cambria en la costa central, Stepladder Creamery (stepladdercreamery.com) mantiene un rebaño de cabras LaMancha por sus quesos de pequeña escala, junto con cerdos de herencia, ganado Angus negro y hileras de aguacates Hass en un rancho familiar de tercera generación. La lechería está abierta para visitas con cita previa, y no solo están disponibles los quesos, sino que también puede llevarse a casa la miel, la carne de res, el cerdo y los aguacates de la granja. "¡Queso delicioso!" Dice Straus.
7. Le Marcel Dog Bakery: San Francisco
¡Los compañeros de viaje caninos también merecen delicias especiales! Establecida en 1998, la panadería para perros Le Marcel hace que todo esté en sus estantes desde cero: piense en pasteles como "pupcakes" y "terrier-misu" y galletas con forma de gatos y palos de fetching. Si han sido especialmente buenos cachorros, ordene con anticipación un pastel para la ocasión especial de mantequilla de maní y recoja una o dos bolsas de golosinas empacadas ("muttaroons", ¿alguien?) Para el camino mientras está en ello. Adelante, échale un hueso a ese perro.
2066 Union Street, San Francisco; 877-349-9199; lemarceldogbakery.com.
8. Chocovivo: Los Angeles
“De la granja a la mesa” y de “uva a vidrio” se han convertido en parte de la lingua franca para restaurantes, productores de alimentos y comensales curiosos. Ahora, "frijol a barra" se está convirtiendo en un término más reconocido cuando se trata de hacer chocolate. Choco Vivo, una cafetería espaciosa y rústica con mesas comunales, cuenta con una planta de elaboración de chocolate que se especializa en productos de frijoles a barras y ofrece solo barras de chocolate oscuro (sin leche en polvo, lecitina de soja o cualquier otro aditivo o conservante) y otras golosinas simplemente hechas. La dueña y chocolatera Patricia Tsai obtiene sus frijoles directamente de un productor en particular en México y los asa y muelen en un antiguo molinillo de piedra azteca. En la tienda, vende salsa de chocolate y una mezcla de chocolate caliente junto con sus populares barras de chocolate de origen único y mezcladas. En 2014, agregó productos para el cabello y la piel a la línea. Hay un calendario de eventos como catas de chocolate y tutoriales para combinar el chocolate con los licores o el vino, así que si está buscando una educación, las opciones aquí son una opción dulce.
12469 W Washington Blvd, Los Angeles; 310-845-6259; chocovivo.com.
9. Casa de café de Henry: San Francisco
Antes de Peet's Coffee y Starbucks, y mucho antes de que el "café de la tercera ola" fuera una cosa, estaba la Henry's House of Coffee, una institución de San Francisco. Desde la década de 1960, Henry Kalebjian, hijo de un inmigrante armenio que ahora dirige el negocio con su hijo Hrag, ha sido micro-tostado de granos de origen consciente en lo que ahora se puede considerar un tostador de la marca San Franciscan de doce kilogramos cuando los clientes observan. Como dice la leyenda, la vista y el tacto son sus principales medios de medición, lo cual no es sorprendente si se considera que ha estado en el negocio desde la infancia. Henry, según cuenta la historia, aprendió el oficio de su padre con el equipo del viejo mundo que requería atender un incendio y accionar manualmente un tambor. Hoy en día, los clientes habituales son una legión, visitan la tienda tanto para saludar a los kalebjianos como para el café, aunque, por supuesto, los turistas siempre reciben una cálida bienvenida. El espacio, que incluye una galería de artículos de artesanía y artilugios y tazas para hacer café, combina elementos modernos (acentos de madera clara, un área de descanso elegante, cerveza fría) con detalles del viejo mundo (ese majestuoso equipo de asado, el propio Henry). Ordene una taza fuerte de su café estilo armenio, y se sentirá como un regular en ningún momento.
1618 Noriega St, San Francisco; 415-681-9363; henryshouseofcoffee.com.
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