Revista Coaching

9 Técnicas para dejar de Procrastinar y entrar en Acción

Por Coach2coach @Esther_Roche

Si no te va eso de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” porque en realidad llevas la batuta en cuestión de procrastinar, te mostraremos a continuación algunos trucos para que termines tus tareas pendientes, sin dejar de llevar una vida positiva y si es posible, que levantarte temprano sin sentirte cansado.

procrastinar claves desarrollo personal

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Seguro te ha pasado que has tenido que hacer entregas de tareas, pero te quedaste enganchado en el Facebook, durante horas, o que planificaste ir al gimnasio, adelantar en tu formación online o ejecutar algunos pendientes, pero nuevamente te detuvieron los vídeos de gatitos y los memes en el Twitter. De ser así, existe la posibilidad que seas un procrastinador nato, y que tu nivel de productividad esté bajo cero.

Cuando hablamos de procrastinar nos referimos a postergar o dejar para después todo aquello que está pendiente, desde ir al dentista, matricularte en un curso, comenzar una nueva dieta, aprender un idioma, o simplemente limpiar la casa, entre otras tareas, por supuesto. Si quieres detener que el tiempo pase y resolver tus cosas a tiempo de una buena vez, entonces continúa leyendo estos pequeños trucos para que dejes de procrastinar.

Eso sí, para tener éxito en esta tarea vas a necesitar de dos cosas: fuerza de voluntad y disciplina, y bueno, quizás también un poco de motivación.

Claves para dejar de procrastinar

Haz una lista

Elabora una lista que puede ser diaria, semanal o mensual. Por medio de esta lista te estarás obligando a no salirte de lo previsto para realizar otras actividades que no estén apuntadas. Puedes ir marcando tus logros con tics, para que tu motivación se mantenga elevada y permanezcas alejado de las distracciones que se multiplican a tu alrededor. Puedes hacerla a mano, o hacer uso de alguna app tecnológica.

Descompón las tareas en otras más pequeñas

Tal como cuando eras pequeños, que te daban porciones de comida en trocitos para que masticaras más fácil, así mismo necesitas hacer con tus quehaceres. Desglosarlos en partes más sencillas para mantenerte encaminado. Por ejemplo: desglosa las tareas del hogar, como planchar, limpiar, ordenar el armario, y así. El tema que vas a estudiar también lo puedes dividir en epígrafes.

Mens sana in corpore sano

Es importante que exista en tu vida un equilibrio entre la salud de tu cuerpo y de tu mente. No esperes el momento en el cual estás cansado, hambriento o deshidratado. Es necesario que duermas al menos 7 u 8 horas, hacer ejercicio regularmente, consumir suficiente cantidad de agua y llevar una dieta rica y completa. Si antes de continuar con tus tareas sigues cansado, es mejor que te eches una pequeña siesta antes que te arrastres como un zombie el resto de la tarde.

Plazos específicos e inamovibles

No te permitas postergar tus objetivos pendientes, sino tus prioridades quedarán diluidas y volverás a condenar tu productividad al ostracismo. Ten a mano el calendario y gestiona tu tiempo de manera adecuada para que llegues con holgura a las fechas y tiempos adecuados.

Comparte tus metas y expectativas en voz alta

Mientras más le digas a las personas tus planes y objetivos, más te estarás obligando a salir del sofá y subir peldaños. Bien sea dejar de fumar, empezar a hacer running o preparar un examen. Coméntalo a tu familia y amigos, así tendrás un compromiso contigo mismo.

Temporizador o cronómetro, grandes aliados

Cuando estás añadiendo nuevos hábitos y quieres finalizar tus tareas pendientes, es importante que pongas un tiempo para trabajar sin distracciones, y unos pocos minutos de descanso. Por ello, estos instrumentos serán tus grandes aliados.

El tiempo libre se convertirá en tu regalo

Si te acostumbras a madrugar y te premias por el trabajo bien hecho, puedes hacer del tiempo libre tu regalo y dedicarlo a tus actividades favoritas.

El estrés, primero

Es recomendable que priorices y dediques tiempo primeramente a las tareas que sean más estresantes, complejas, desagradables o que requieran de mayor concentración. Cuando las finalices, te sentirás motivado para realizar los trabajos más pequeños y que requieren de menos cansancio.

No te castigues

Si eres severo contigo mismo, no traerás nada bueno. Realiza breves periodos de descanso, aumenta el nivel de exigencia o presión de forma paulatina, y si te sientes muy presionado, relájate por unos minutos y luego vuelve a empezar.

Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.

Twitter: @edigomben


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