Aparece hoy en la página 19 de El País un artículo con el siguiente titular: “Portugal reprivatiza un banco por 40 millones tras sanearlo con 2.400” [podéis ver el artículo completo en http://www.elpais.com/articulo/economia/Portugal/reprivatiza/banco/millones/sanearlo/2400/elpepieco/20110802elpepieco_5/Tes].
Continúa en el subtitular (no sé cómo se llama, pero creo que me entendéis) diciendo que “la venta del Banco Portugués de Negócios a una entidad angoleña cuesta al país el 1,4% del PIB – Los nuevos dueños cerrarán el 30% de las oficinas“.
Y claro, parece evidente que hacer eso es “muy necesario”. Como siempre comenzaré reafirmando mi total ignorancia sobre economía antes de lanzar las primeras preguntas que se me ocurre siempre que leo algo parecido: ¿estamos, o somos, gilipollas? ¿alguien puede comulgar con estas ruedas de molino? ¿de verdad nos creemos que ésto es lo que hay que hacer para reducir la deuda de un país?
Me parece acojonante que gastarse 2.400 millones para regalar luego el banco al sector privado sea considerado una buena medida en la lucha que se exige en los problemas de austeridad: ¿de verdad eso es austeridad, gastarse el 1’4% del PIB en salvar un banco, para además luego regalarlo? Pues me vais a perdonar, pero no me creo nada. Sigo pensando que todos los argumentos con los que se disfraza la supuesta “ciencia” económica no son más que una forma de disimular el papel de sumisión de los gobiernos y del resto de instituciones a los mercados y al capital internacional, verdaderos amos del mundo.
Seguimos: no sólo se gasta el dinero público (el de todos, el que se detrae de educación, sanidad… para “salvar” un banco que luego se vende por nada a una entidad privada, sino que además parece un motivo de orgullo de “estar haciendo las cosas correctas”, una vez acordadas con la troika las bases del programa de austeridad) sino que además supone otros costes añadidos: “concretamente, 550 millones de euros de recapitalización antes de ejecutar la venta, más las indemnizaciones de una buena parte de la mitad de los 1.580 empleados que perderán el trabajo. Los nuevos dueños cerrarán el 30% de las 213 oficinas que tiene en todo el país”. ¿De verdad el gobierno representa a los ciudadanos del Estado, o simplemente es la marioneta del capital? Creo que no hace falta ser demasiado inteligente para entenderlo… y desde hace mucho se repite, con la aplicación sistemática de la socialización de las pérdidas y privatización de los beneficios.
Pero no se vayan todavía, que aún hay más… Continúa el artículo de El País: “la pesadilla del BPN empezó el 2 de noviembre de 2008, cuando el Gobierno del socialista José Sócrates anunció la nacionalización del banco, que presentaba un agujero de 700 millones de euros“. Traducción simultánea: como un banco tiene 700 millones de “agujero”, se nacionaliza, asumiendo las pérdidas con dinero público, pero… una vez asumidas éstas, se vuelve a privatizar por 40 millones (17’5 veces menos que el agujero inicial), y además se inyectan 2.400 millones más para que esté bien saneado para los que lo compran a precio de saldo. ¿De verdad alguien puede tragarse ésto?
Sigamos, que quedan cosas interesantes. Continúa diciendo el artículo: “tras el rescate financiero, los prestamistas internacionales exigieron la venta del BPN, y fijaron como fecha tope el 31 de julio“. Joder, es de flipar, y perdonad la expresión. Como la gestión privada fue desastrosa, el Estado (el dinero de todos) debe salvar al banco, pero una vez realizado el “rescate”, los prestamistas internacionales EXIGEN la venta. ¿Estamos tontos?
Claro que en nuestro país no es muy difícil ver que ha pasado lo mismo, excepto que las cifras son aun más elevadas. Podemos acordarnos de Marsans y otras, de las cantidades indecentes que se introdujeron al sector bancario y financiero durante los primeros años de la crisis… o simplemente de la vergüenza que supone lo que se está haciendo (o se ha hecho ya) con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y el resto de Cajas, que ya son bancos de hecho, sin más coste para ellos que tener que exigir al Estado que además las privatizara una vez hubiese cubierto todos los costes del “saneamiento”.
Vivimos en un mundo donde las banderas del “orgullo nacionalista” se le venden a los que no tendrían que ejercerlo. Mientras, a los capitales les da igual destrozar un país que otro, sin ningún tipo de miramiento de ese tipo. Lo ocurrido en Grecia permitió obligar a Irlanda a aceptar los préstamos para que cuatro bancos (literamente) fueran salvados, generando una deuda que repercute de forma brutal en el conjunto de la población. De ahí a Portugal, España… o donde sea que haya oportunidades de aplicar el rodillo económico neoliberal y su lógica criminal.
¿Otro ejemplo de que “cuando veas las barbas de tu vecino pelar…”? Concluye el artículo diciendo que en el plan de ajuste, además, habrá otras medidas de incremento de la presión económica para las clases más débiles: “dentro del paquete de medidas de ajuste, ayer entraron en vigor las nuevas tarifas de los transportes públicos, que tendrán un gran impacto en las clases populares. Los sindicatos y organizaciones de usuarios anuncian diversas acciones de protesta. Con un 15% de aumento medio, la subida llega hasta el 25% en algunos casos“. Quizá no estaría de más ver lo que ha subido el billete de metro en la Comunidad de Madrid, un 50%, para ver qué es lo que realmente se pretende.
No pagaremos la crisis, gritamos. Pero la seguimos pagando. Quizá toca que los planteamientos de las movilizaciones empiecen a ser de otra manera. Nadie dijo que una revolución, si pretende ser real, pueda hacerse únicamente desde planteamientos pacíficos. ¿Hasta cuándo nos dejaremos? Un último ejemplo, también aparecido en El País de hoy: mientras se sigue atacando a los funcionarios y a lo que supone el gasto social en educación, sanidad… y se hace una política de destrucción del sector público, Cospedal sube el sueldo a sus consejeros… igual que en cualquier otro lugar.
Perdón, en cualquier otro no. Todos los alcaldes y concejales de Bildu se han bajado el sueldo, y han explicitado a qué actuaciones se va a dedicar el ahorro obtenido con la bajada. ¿De verdad son el problema… o son más bien la solución? Quizá sería bueno empezar a pensar por nosotr@s mism@s en lugar de creer todo el bombardeo de intoxicación y manipulación de los medios de (in)comunicación. El peligro real está en el sistema, y en los políticos, que no son más que los juguetes con el que el sector financiero actúa para detraer las rentas nacionales a beneficio propio, no en aquéllo que se criminaliza, quizá para tener el “pato de feria” sobre el que disparar los odios, a fin de que no pensemos en dónde están los verdaderos problemas, y también parte de las soluciones.