A ambos lados del espejoIván LedesmaObscura EditorialRústica / Digital | 152 páginas | 16,90€ / 6€
Coherence, Materia oscura, Predestination, 1Q84, Dark, Piranesi, Las vidas posibles de Mr. Nobody. La ficción de mundos paralelos, tanto en lo audiovisual como en lo literario, es ahora mismo una larga e interesante lista en la que sumergirse. A ambos lados del espejo, la novela corta de Iván Ledesma publicada por Obscura —con esa maravilla de cubierta de David Rendo— este mismo año, debe unirse a ella. Un frenético thriller policíaco que se mueve por el terreno de los dobles y las realidades paralelas con la violencia de género como eje temático. Sus apenas 150 páginas se leen prácticamente del tirón, de forma directa, cuesta abajo y sin frenos. Un viaje fascinante, repleto de elementos referenciales a la clásica historia de Lewis Carroll a la que hace referencia en el título, pero que utiliza algo tan actual como la violencia de género a modo de tema y palanca principal.
Alicia le clava diecisiete puñaladas a su marido
El día en el que su pareja (Roger) finalmente se dispone a asesinarla, Alicia no duda en defenderse y asestarle a Roger —nada menos que— diecisiete profundas puñaladas. Sin embargo, cuando Alicia acude a comisaría para entregarse, se sorprende enormemente al ser informada de que Roger no solo está vivo, sino que está indemne y afirma no haber recibido ninguna agresión. Por si eso no fuera poco, su apartamento, donde los hechos han ocurrido, no presenta ningún indicio de haber sido el escenario de un crimen. Es más, parece que su piso y edificio esta un poco cambiado respecto a lo habitual. Este es solo el comienzo de un misterio que desafía su lógica y que nos sumerge en una enloquecida lectura laberíntica de secretos que aguardan (tras) en nuestro universo.
Fotograma de la serie Dark
¿Para cuándo la película?
Cuando uno está leyendo A ambos lados del espejo no puede dejar de imaginarlo como una película. Es más, las productoras de streaming deberían estar tirándose de los pelos por llevarla a la gran (o pequeña) pantalla. La habilidad de Ledesma —a la que se notan sus galones y experiencia como guionista— es la de no detenerse en ningún momento. La de hacernos avanzar de manera constante, con diálogos puntiagudos y ágiles que generan más inquietud y misterio que cualquier descripción ominosa que recuerdes. La tensión, el ritmo y la incertidumbre son marca de la casa, sin florituras ni adornos, enfocado y directo, como si estuviera escribiendo un guion. No me entendáis mal, A ambos lados del espejo no es una lectura esquemática ni exenta de valor por ello, si no que esta concebida adrede para devorarse en unas horas, como un buen blockbuster de gran concepto o cualquier thriller pasapáginas con sustancia.
Un tema actual
Quizá la característica que diferencia A ambos lados del espejo del resto de títulos que he mencionado al principio sea su temática: la violencia de género. Alicia, quién lucha por descubrir la verdad sobre lo que le esta sucediendo, nos mueve de forma constante entre realidad y ficción, entre lo fantástico y lo misterioso. Sin embargo, sobre su historia, subyace la historia de una mujer maltratada, que mira directamente a los ojos al lado más cruel y tenebroso de los humanos. Con alguna que otra conexión al Ledesmaverso —que como el Mitchellverse o Mandelverse funciona de forma independiente y conjunta a la vez— la resolución de este viaje de empoderamiento nos invita a una impactante revelación, que da sentido a muchos de los detalles (fíjate bien en la cubierta) planteados al principio, y que deja al lector, tras un par de horas echando la lengua fuera con tanta ansia por saber, sentado —o de pie, cada uno lee como quiera— con una asombrosa satisfacción.
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