
Foto

Foto

Foto

Foto

Menos mal que la madre de una de nosotras, conociendo a su vástaga... le confeccionó y regaló, hace muchos años, este bonito trabajo que primero lució enmarcado para, tiempo después, transformarse en cojín ¡por supuesto! Y vosotr@s, ¿presumís en casa de algún almohadón de esta factura?
