El estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres presenta el diseño de una piscina y sus jardines circundantes en la finca donde se ubica un cortijo, en Santiago de Compostela. A continuación os mostramos cómo era la disposición original del conjunto.
EMPLAZAMIENTO
El perfil curvado del terreno, que veremos mejor en la planta a continuación, así como las particulares pendientes que lo componen, exigen una difícil adaptación tanto de la piscina en sí como de la vegetación y los pavimentos circundantes.
MAQUETA
Vemos cómo las características del terreno son propensas a establecer un juego de líneas curvas en consonancia con el entorno. Las formas orgánicas son una constante en este proyecto de A-cero.
SECCIÓN
PLANTA
Las características pendientes del terreno se solucionan disponiendo en cada caso su correspondiente talud de césped, salvando así la diferencia de alturas. Los pavimentos y la vegetación en general se dispondrán adaptándose a los mencionados desniveles. Se ubicarán dentro del proyecto secciones de pavimento de piedra gris, césped, arbustos pequeños y medianos y palmeras que ayudarán a armonizar el conjunto, integrándolo también en un entorno natural.
EXTERIORES
Estas líneas y formas curvas y onduladas se refuerzan con la disposición de una escultórica pérgola, que domina en altura la parte más baja donde se encuentra la piscina y que sirve también como una transición más suave entre la parte del jardín y la zona superior donde se ubica la vivienda.