El estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres, presenta un proyecto para una oficina en el Paseo de la Habana, en Madrid. Localizado en una finca de planta irregular, dos rectángulos unidos por sus lados más pequeños formando una “L”, el proyecto también ha tenido que adaptarse a problemas de desnivel en el terreno.
CROQUIS
EMPLAZAMIENTO
El proyecto incluye todas las dependencias necesarias para un edificio de estas características, que ha de destacar por su funcionalidad en gran medida. Así, dispone de una sala principal, dos salas de juntas, un despacho principal y varios despachos anexos, dos archivos, dos aseos, una cocina y el vestíbulo.
PLANTAS
Al exterior, en una de sus fachadas, el edificio se abre a una zona de descanso y relax que incluye un pequeño jardín y una piscina. Solucionado en dos alturas, el edificio destaca por sus volúmenes geométricos limpios y quebrados en algunas de sus secciones, rompiendo así la posible monotonía de la fachada. Ésta también destaca por su apertura hacia el exterior, buscando el máximo de luz natural, importante en espacios de trabajo.
He aquí dos propuestas de A-cero para el vestíbulo, tanto en blanco como en negro.
INTERIORES
En los interiores se busca la funcionalidad sin renunciar a espacios diáfanos, luminosos y, sobre todo, abiertos, armonizando y casi fusionando exteriores e interiores en una equilibrada armonía en base también a sus amplias dependencias.
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