A-cero presenta un proyecto hotelero en el continente asiático

El estudio A-cero, dirigido por Joaquín Torres y Rafael Llamazares, presenta un nuevo proyecto hotelero en el continente asiático. Se trata de un hotel de gran capacidad, con diferentes tipos de habitaciones y suites, zonas de ocio, casino y zona comercial, así como spa y solarium y varios restaurantes, todo un complejo diseñado para el disfrute y descanso de los clientes.

La propuesta se desarrolla con el objetivo de adaptar la construcción al paisaje y crear una arquitectura con unos estándares ambientales óptimos, sin dejar de lado la estética de A-cero. Sostenibilidad, diseño y funcionalidad son los parámetros claves del proyecto presentado por A-cero.

CROQUIS

ALZADOS Y SECCIONES

PROPUESTA DE A-CERO

Se plantean una serie de edificios y zonas reconocibles por su sencillez formal e inesperados en el tratamiento de sus envolventes con el propósito de crear una opción diferente a la habitual. Se diferencian las zonas de habitaciones y descanso de la zona de ocio y demás zonas comunes como los restaurantes, así como la zona comercial.

La vegetación y el entorno cobra especial importancia y aportan frescor y luz al conjunto.

En el intento de integrarse con el paisaje, se han diseñado volúmenes dinámicos que se quiebran y funden con el terreno. Asimismo, líneas continuas definen la estructura de la edificación y ordenan el área a construir generando zonas verdes y de ocio conectadas entre sí que producen la apertura del hotel.

Las líneas de las diferentes zonas del hotel dan un continuo movimiento a la fachada que se propone en tonos blancos prestando especial importancia a la vegetación. Las formas esculturales dan otra visión al espacio general.

La geometría de los pequeños elementos rectangulares y organismos libres, incluidos en los planos principales de la fachada, producen un ritmo pausado de bandas horizontales.

El aspecto ambiental ocupa un papel protagonista en este proyecto que ha sido diseñado buscando el máximo ahorro energético. Todas las zonas y habitaciones reciben luz natural y tienen ventilación cruzada. Este sistema permite un ahorro energético al generar un flujo continuo de aire. Además, la orientación permite el máximo aprovechamiento solar, de manera que la captación energética del edificio garantiza la sostenibilidad.