Hoy el estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres y Rafael Llamazares, presenta una la propuesta presentada a concurso el pasado año, para la reforma y acondicionamiento de un hotel en una emblemática y céntrica plaza de Madrid. El estudio A-cero logró el segundo puesto, os desglosamos a continuación parte de la propuesta.
CROQUIS
SITUACIÓN
El concepto de la propuesta nace de una premisa fundamental, convertir este hotel en un hito dentro del centro de la capital, como complemento de otros edificios emblemáticos y que sea, por sí mismo, un elemento de gran atractivo, diferente, y destacado sobre el resto de los establecimientos hosteleros de la capital.
SKYILINE
Una vez resuelto el perfecto funcionamiento de la actividad principal a desarrollar y su interrelación con los demás usos, se plantea un edificio en altura, que rompa con la monotonía habitualmente presente en este tipo de edificios, caracterizados por la sucesiva repetición de la planta tipo. Otro condicionante destacado es la diferente perspectiva que se tiene del edificio desde las calles que lo sirven.
ALZADOS
ANÁLISIS COMPOSITIVO
VISTAS DIURNAS
En la vista hacia la Plaza, la fachada principal se divide en dos volúmenes separados de forma vertical, que quedan enmarcados dentro de ésta.
En ambos se enfatiza el juego volumétrico de unas cajas que, sobresaliendo del plano de fachada con diferentes inclinaciones y remarcadas por la iluminación, contribuyen a eliminar la sensación de repetición y pesadez en la que podría caer un edificio de estas características, además de romper la uniformidad de las habitaciones.
En la fachada posterior un enorme vació que hace destacar el edificio, la estrechez de la calle impide la completa visión del mismo. Para destacarlo se retranquea la fachada respecto a los edificios colindantes y se crea un espacio ajardinado a nivel de la calle, que nos permite una visión más completa del volumen y evita la sensación de encajonamiento de las habitaciones de las plantas más bajas, aumentando su luminosidad.
Compositivamente se vuelve al volumen, esta vez predominando los ejes verticales, y se enfatiza su altura en una calle marcada por su horizontalidad. Las cajas vuelven a sobresalir sobre el patio de la fachada, esta vez ortogonales y de menos dimensión para acentuar, junto las lamas y los núcleos de comunicación la verticalidad y presencia del edificio. De esta manera no se hace necesaria la creación de patios interiores y de habitaciones que den a las mismas, por lo que todos tienen vistas hacia la plaza o al caso histórico.
Volviendo a la fachada principal, la iluminación Led perite perfilar y remarcar los volúmenes de la fachada cuando cae la noche, enmarcando las cajas y ofreciendo un espectáculo compositivo.
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