María Angelica González.
Hace catorce años trabajábamos en una institución pública donde teníamos todos los beneficios contractuales garantizados; No obstante muchos compañeros no estaban satisfechos y votaron para sacar al jefe que respetaba todos nuestros beneficios laborales. Se produjo el cambio y con él comenzó la pesadilla.Recuerdo que una colega al ver todas las tropelías que cometía la nueva administración contra los trabajadores y escuchar los lamentos de los que votaron en contra les espetaba la siguiente frase: “¿querían cambio? Ahora chupen…chupen callados” con lo cual los susodichos bajaban la cabeza y guardaban silencio.
La gestión anterior aunque tenía algunas fallas era justa con la masa trabajadora; la nueva directiva violentó a su antojo los derechos laborales. Así fue como los funcionarios dejamos de percibir por meses nuestras quincenas, congelaron aumentos y bonos¸ los prestamos, adelantos de prestaciones y fideicomisos desaparecieron.
Esta es la nueva realidad del país. Quienes votaron molestos en contra de la administración Maduro y a favor de una Asamblea Nacional con mayoría opositora tienen que prepararse a aguantar la pela que se resume en aquella expresión utilizada por la compatriota de “Chupen”.
¿Por quien creen que votaron? ¿Por San Francisco? O ¿el Divino Niño? No camaritas, votaron por los que años atrás les arrebataron las prestaciones a los trabajadores, son los mismos que declararon la educación y la salud privada, los que les lanzaban ballenas a los viejitos que reclamaban el pago de pensiones, los que se cuadraban al lado de los patrones para fregar a los obreros y obreras. Son los mismos que hoy en una cuña de un refresco le dicen con musiquita el plan maquiavélico que van a aplicar: “Nada es gratis y dura para siempre”. Ahora toca chupar…… Periodista
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