A desalambrar

Necesitamos desalambrar conciencias y fronteras, sobre todo las mentales. Es necesario romper y superar alambradas y muros. 

Hay muchas formas de desalambrar. A mí me gustan las que tienen un fondo poético, aquellas que tienen como protagonistas a flores que rebasan los alambres. 

En otros casos fueron la música y la palabra quienes pusieron su grano de arena para desalambrar, utilizando como instrumentos a personas como Daniel Viglietti o Mario Benedetti. Toca hacer homenaje a aquéll@s que ayudaron y ayudan a superar las alambradas mentales que nos alejan del contacto con l@s otr@s. 

Os dejo la primera parte de la colaboración que ambos hicieron en A dos voces. Desde ahí podéis acceder al resto sin problemas.

Por si queréis saber algo más, Mario Benedetti rindió homenaje a su “socio” en Daniel Viglietti: desalambrando. Allí decía:

Yo quiero romper la vida
como cambiarla quisiera.

«Sobre Daniel Viglietti escribí un libro hace más de treinta años. En ese trabajo inicial analicé el contexto social y cultural de los años sesenta y setenta en que surgió y se desarrolló su canto. Recorrí su itinerario de guitarrista, cantante, creador de música y letra, descubriendo y haciendo descubrir, a través de sus actuaciones y de su obra discográfica, el compromiso de un artista que expresa, en una parte esencial de su obra, las luchas populares. Luchas que buscaron transformar el Uruguay en un país verdaderamente más justo para todos.

Treinta años después, la figura de Daniel Viglietti se mantiene tan o más viva que entonces. Su obra incluye un canto al paisaje y a los seres de nuestras geografías, acercándose también a lo humano en el amor, la rebeldía y la carencia. Por eso me pareció oportuno llevar a cabo otra vez un diálogo con él. Daniel Viglietti continúa trabajando para que la canción sea una herramienta en que se unan la emoción y la conciencia, la memoria y la esperanza.»

Respecto a Benedetti, creo que sobran muchos comentarios….

Advertisement