A despertar la consciencia

En el contexto de la periodización deportiva así como de los de los practicantes regulares de ejercicio físico, la automatización para el perfeccionamiento de un gesto técnico que implica una biomecanica articular y acciones musculares específicas es necesario la repetición del mismo una y otra vez durante un periódo de tiempo relativo para quién se encuentra inmerso en dicho proceso de aprendizaje.

Dicho proceso, conduce mediante actividades progresivas que van de menor a mayor complejidad hasta el éxito ideal de la acción motriz; sin embargo, existe un fenómeno en el que en algunos casos se evidencian carencias al ser participes de un retroceso una vez adquirido dicho patron motor. La pérdida o como yo le llamo adormecimiento de la consciencia es sin duda alguna un factor fundamental y determinante en la calidad de los resultados esperados, independientemente de los objetivos que se tengan, pues supone poder tener una percepción muy elevada de todas las partes de nuestro cuerpo, sus funciones específicas y conjuntas para un adecuado desempeño físico.

Es común observar como muchos jóvenes y adultos en diversos campos del acondicionamiento físico realizan secuencias de ejercicios que obedecen a una necesidad; no obstante, no se dan cuenta de la forma en que lo ejecutan y realmente se debe hacer, pues a pesar de que existe un estandard en la realización de movimientos físicos a la hora de ejercitarse, el ejercicio como tal es flexible en ese sentido ya que las características individuales de cada ser humano juegan un papel muy influyente. Ahora bien, la intención más allá de señalar una deficiencia es poder brindar un punto de vista para su modificación o corrección y que tiene relación con la consiencia corporal y la capacidad de cada uno para utilizarla según el interés de los muchos momentos en que nos podamos encontrar.

Desde niños se nos abre un espacio muy pequeño en las clases de educación física para experimentarlo brevemente, pues suele haber un marcado abandono en edades venideras e incluso la adultez, hasta que la falta de movimiento se convierte en una necesdidad que conduce a muchas personas a un estado de frustración y decepción hacia la actividad, a la utilización de suplementos que no son del todo indispensables e incluso practicas que ponen en riesgo la salud. Ser conscientes cuando nos movemos implica no solo sentir, sino darle una dirección, intención o camino a lo que hacemos, saber porqué y para qué lo estamos haciendo durante el quehacer cotidiano, ejercicio u otras actividades que nos permitiran incrementar nuestro potencial.

No vasta solo con salir a correr, contar repeticiones o aumentar el peso que levantamos si no hay un sentido claro, desarrollarlo en la adultez depende no solo de apertura mental, sino también de una adecuada inducción profesional. En tiempos modernos en los que vivimos, la información esta al alcance de todos y parte de la responsabilidad del saber es de nosotros mismos, entender como funciona y se conforma el cuerpo humano es un deber, así como contar con fuentes confiables como parte de la modificación de una conducta física que mejorará el desempeño motor en un contexto específico rodeado de distractores y que solo se logrará uniendo la consciencia y el físico para trabajar en sinergia en la consecución de un logro previamente desarrollado en el tiempo con herramientas humanas y materiales que solo fueron una guía, por que al final cuando abrimos los ojos nos damos cuenta de que lo que vayamos a hacer dependerá solamente del esfuerzo y dedicación que pongamos.

Despierte la consciencia y atrevase a obsdervar las cosas desde diversos ángulos, rescate los pequeños detalles y saquele el máximo provecho para sí mismo. Sepa que tiene mucho que dar, solo tiene que decidirse a dar un paso y descubrir nuevos límites, experiencias y conocimientos.

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