Revista Música
Desde finales del 2011 se venia generando expectativa en relación a Van Halen por un simple motivo ; luego de pasados 28 años, retornaban con la formación que tiene a su haber (aunque suene sensacionalista) el momento mas brillante y mítico del grupo. Con álbumes bajo su alero de la talla de “1984” o “Van Halen I”. La inclusión de David Lee Roth en vocales, Eddie y Alex Van Halen en guitarra y batería respectivamente, mas Wolfgang (hijo de Eddie) de tan solo 21 años, quien entrara al bajo en reemplazo de Michael Anthony, nos entrega una visión revitalizada y desoxidada, de esa metralleta de hardrock que siempre fue la banda californiana.El primer atisbo fue “Tatoo” un tema que si bien de primeras parecía algo forzado, donde los solos como el resto de las estructuras estaban algo desacoplados, mas un estribillo algo repetitivo, al dejarlo madurar se convierte en todo un single. Justificándose en un esquema extremadamente potente y crudo. Derivado de esta avanzada se extrajeron una serie de conjeturas que si bien mayormente eran favorables, también se intuye cierto aire anti-natural en el LPDel nuevo material se pueden recoger una serie de veredictos al respecto. Primero, es indudable que este es un material tremendo y que les acomoda mucho como grupo , el tocarlo, revisitarlo etc, esto se deja ver en las interpretaciones de cada miembro, donde parecen hacer estallar cada instrumento . Segundo, se agradece de sobremanera la salida de este álbum, no solo como una justificación para salir de gira, ya que aun cuando incluye descartes, viejos temas arreglados recientemente y renovados para ser incluidos en esta placa, la dosis de estos riffs se deja notar en casi todos los temas, huelen a los 70’s destilan esa urgencia que bien pudo haber brillado hace 30 años. Sin embargo hemos de recordarlo, por algo fueron descartes en su momento. Tercero y ultimo, nada impide hacer tremendamente disfrutable la escucha de esta placa, no se trata solamente de una vieja banda que trata desesperadamente de aferrarse a un estatus perdido, mas bien al contrario el nivel que tienen les basta para refrendar cualquier duda que se pueda interponer en el camino de este hardrock de la vieja escuela. PERO (si lo hay) , falta ese ultimo puntapié, que haga de esta remozada versión 2012, entrar en el olimpo discográfico del ahora cuarteto. No esta esa punta de lanza que nos vuele la cabeza, simplemente genera un ¡Wow es bueno!, pero ahí queda.Ósea disfrútelo, no lo piense mucho ni le de demasiadas vueltas desmadejar la ya tormentosa mezcla de elementos que es esta banda, es una rotunda perdida de tiempo habiendo un trasfondo tan excitante tras esto y ya pasadas unas cuantas escuchas “Tatto” se vuelca de lleno en nuestra sangre, “Stay Frosty” provoca cierta sensación de frescura, jugando elegante (y efectivamente) entre la dimensión acústica y lo mas eléctrico. O ese interesantísimo inicio de “China Town” hace que el vértigo devore por instantes a un escucha, que se ve atrapado en esta tremenda armatoste desoxidada. “Blood and Fire” con toda una cobertura ochentera, posee un de esos solos que de por si, justifican toda la canción casi tan animal como “Bullethead” y “As Is”, tremendas. Y lo mejor es que hay muchas mas con estas características, solo que van llegando poco a poco y una tras otra.En si esta “verdad alterna” a la que hace referencia el titulo de la placa, se transforma en toda una vorágine. No alcanza para decir que Van Halen esta pasando una tremenda vejez, sin embargo esta armazón le queda muy bien y se notan muchas mas ganas y energía en ejecución. Buen disco, buena excusa y de los retornos mas saludables de los que tenga memoria en los últimos años . Como decía el titulo de un libro dedicado a los Stones y que me parece mas que apropiado para esta ocasión: “Los viejos dioses nunca mueren”.. Por Francisco Silva