Revista Deportes
…y con el mazo dando.
No pueden evitarlo. Dicen que aunque la mona se vista de seda, mona se queda y no es que hoy nos hayamos levantado soñando con el refranero, pero es que nos vienen muy bien estos dichos populares.
Haciendo un poco de memoria, estos años atrás, nos las hemos tenido que ver con pintorescos personajes desde este blog en referencia a la historia del fútbol sevillano. Personajes como Carmona, que salió en un programa de una TV local recién nombrado historiador del centenario bético, para decir que el Sevilla FC no nació cuando dice que lo hizo. Manuel Carmona no hizo más que lo que hicieron sus predecesores durante décadas siempre, es costumbre en el club bético, y esto es acomodar la historia para utilizarla como arma arrojadiza contra el Sevilla FC. No hablemos de los Antonio Burgos, Antonio Hernández, Mercedes de Pablo, Olmedos y Discóbolos de la vida.
La historia ha sido el arma más fuerte y contundente que el Betis ha tenido contra el Sevilla FC a falta de fútbol y títulos. Si el actual historiador bético no hace lo mismo, (sea quien sea, que no sabemos quién es), será porque estamos de guardia, pero si no fuese así, no duden del uso del látigo y escarnio hacia el sevillismo sin duda alguna.
El caso es que ahora, desde hace unos años, que el presente blog hace una aproximación a la historia más o menos fiable y certera, se nos pide una especie de ecuanimidad, que seamos muy científicos,… en definitiva, hablando en plata, que no saquemos más sobre lo verdaderamente ocurrido porque parece que no les conviene mucho, ya que lo que aparece no tiene absolutamente nada que ver con lo que ellos nos han contado siempre, y no solo eso, sino que le dieron la vuelta como a un calcetín.
Para colmo de los colmos, no solo debemos callarnos, sino que ellos, sabiendo de la historia como ocurrió verdaderamente, no desmentirán nunca lo que sus ancestros dijeron sobre el equipo sevillista y sus aficionados siendo falso. Una especie de ley del embudo cuya máxima es “mejor no menearlo” y dejemos las cosas como estaban porque les conviene.
Y en esta tesitura paso a presentarles a un nuevo personaje del bestiario palanganero, que en un principio se nos vistió de investigador objetivo y con un cierto halo de ecuanimidad, cuestión esta que nos agradó muchísimo, pero que al final, eso de “la mona y la seda” toma sentido.
Alfonso del Castillo, (para los entendidos les diré que no tiene nada que ver con aquel señor “que jugó alrededor del Sevilla Balompié en sus inicios”, pero que terminó siendo su primer tesorero, tercer presidente y combatiente a muerte contra la República), se convierte así en nuestro investigador bético favorito, debido a sus disertaciones sobre la historia del fútbol sevillano que pasaremos a enumerar.
Alfonso, sonríe, porque hoy sales retratado en la Palangana Mecánica.
Del Sr. del Castillo podemos leer lo siguiente:
No sabemos muy bien a qué webs se referirá el Sr. del Castillo lo que sí está claro es que sus intenciones son dignas de elogio. Pero claro, al final el victimismo endémico en su club puede con él y podemos comprobar en otro escrito salido de su puño y letra, lo siguiente:
Y volvemos a lo mismo de siempre. No quiere hablar del rival pero hay que ver lo malísimo que es el Sevilla FC que robaba a sus mejores jugadores, dejando entrever que a causa de eso no pudieron ser mejores que nosotros. Victimismo en su estado más puro que viene de fábrica y en la impronta del bético y que el Sr. del Castillo no ha podido ocultar.
Qué decepción, querido Alfonso. Y mira que no queríamos hablar de ti, pero es que nos lo pones a webo. ¿Ecuanimidad, objetividad, fidelidad a los datos…?
Alfonso tiene esa habilidad, admirable eso sí, de contar las cosas pero quedarse siempre a medias. No mentir, como sus predecesores, pero no contarlo todo, haciendo bueno el dicho de que las verdades a medias son las peores mentiras.
Por ejemplo, el Sr. del Castillo no nos dice que Barzanallana no era un jugador bético, sino un jugador del Español de Cádiz que hacía el servicio militar en Sevilla y que fue “reclutado” por el equipo de los militares, léase Betis, muy atentos a lo que “caía” del mundo del fútbol en la mili, como así ocurrió con Canda y Artola, del Fortuna de Vigo.
Seamos claros, estos jugadores jugaron en el Betis por dos posibles razones:
Juegan a cambio de obtener más permisos militares, o bien son pagados convenientemente bajo la excusa de que no vienen a Sevilla expresamente para jugar, no pudiendo nadie así acusarles de profesionalismo, prohibido en aquella época. Como ustedes comprenderán, no eran béticos ni de coña.
A todo esto, sin añadir ni pensar en la catástrofe que supuso para el Recreativo de Sevilla, el Andalucía, el Atlético de Sevilla, el Nacional, el Español de Sevilla y decenas de equipos más, que el Betis les quitase por aquellos años sus mejores jugadores a cambio de dios sabe qué cosa, que no queremos ni imaginar. Posiblemente las prebendas de una gabardina, un traje y las dos pesetas por partido de pago por su participación.
De ser víctima a ser verdugo solo hay un paso, Sr. del Castillo.
Seguiremos indagando en los jugadores que pasaron del Sevilla al Betis durante esos años y mucho nos tememos que las dos pesetas béticas pesaron mucho, como en el caso de Tobi Iglesias. Ya veremos qué pasó ahí.
Por último, no deja de ser curioso cómo a todos estos personajes de los que hablamos en La Palangana Mecánica les sale siempre un escudero, pintoresco también. A los ya famosos Españitas Balompié y Maldonados, se nos une Chustikov. Chusti, hijo mío, si en la historia no se habla de los personajes que están muertos, ¿cómo si no íbamos a tratar de sus legados históricos para bien o para mal? Ni se te ocurra hablar de Nerón, que ha muerto el pobre y no se puede defender. Ni de Napoleón, pobrecito, há er favó.
Lo que hay que leer.
Con pies de plomo a partir de ahora, Sr. del Castillo. Ya ves que me da igual que se apellide Monereo, del Castillo, como Hermosa o Wesolowsky. Todos fueron relevantes fascistas y falangistas fundadores del Balompié de Sevilla. A los nuestros, los que nos corresponden, los tenemos ya muy aceptados y asumidos desde hace muchos años.
No pasa nada, la historia ocurrió así. SI TE GUSTA EL ARTÍCULO TUITÉALO.