Hay multitud de expresiones en nuestro idioma que usamos alegremente pero no tenemos ni la más remota idea de su origen, tan solo las aceptamos como "frases hechas". Pero alguien las hizo por primera vez.
La frase "A enemigo que huye, puente de plata" viene a significar que si tu enemigo se retira, has de facilitarle la huida, construyendo un puente de plata si hace falta, para así evitar la confrontación.
Retrato del Gran Capitán.
La procedencia de este dicho nos remonta al siglo XVI. Melchor de Santa Cruz de Dueñas, escritor toledano, atribuye su autoría a Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, en su libro "Floresta española de apogtemas o sentencias sabia y graciosamente dichas de algunos españoles":"él mismo (refiriendose al Gran Capitán) decía. Al enemigo que huye, hacedle la puente de plata".
Como ya hemos visto en esta bitácora, el Gran Capitán fue un militar ejemplar, que hasta demostró nobleza con sus enemigos. Y le viene que ni pintada esta expresión.
No es una oración que usara en un momento determinado, como otras ya tratadas aquí, sino que era más bien su máxima militar, la que todos debieran respetar.
También Cervantes recoge la oración en El Quijote, como dicho popular. Cuando Don Quijote es arrollado por una manada de toros, éste les espeta:
"Deteneos y esperad, canalla malandrina que un solo caballero os espera, el cual no tiene condición ni es de parecer de los que dicen que al enemigo que huye, hacedle la puente de plata".
Enlace a copia digital de "Floresta española de apogtemas o sentencias sabia y graciosamente dichas de algunos españoles".