Son apenas las 7 de la mañana el sol irrumpe con fuerza entre las rendijas de la persiana reflejando caprichosas figuras en el suelo. Los días de esta agónica primavera invitan a salir aprovechando las horas de luz, el clima cálido, las terrazas, los apacibles paseos a la caida de la tarde, la proximidad de las ansiadas vacaciones buscando nuevos paisajes para el descanso. Son días largos y luminosos que invitan a vivir, aunque tambien esos maravillosos atardeceres y esas noches apacibles tienen un encanto especial.
En estas noches de verano, en las que como decía el poeta; Todo respira, vive, fluye; La luz en su temblor, el ojo en el espacio, el corazón en su latido, la noche en su infinito. Me gusta asomarme a ese breve espacio de tiempo que hay entre la luz y la oscuridad, entre el día y la noche, entre el comienzo y el fin “El Crepúsculo” Ese instante en el que comienzan a tejerse los sueños, preludio del descanso, instante efímero de solemne calma en el que nos sentimos protegidos por esa paz y esa quietud, en la que incluso el viento deja de soplar, respetando así ese momento solemne que nos ofrece cada día las últimas horas de la tarde y que la mayoria de las veces dejamos pasar.
Después de ese breve crepusculo vespertino “Fiesta del poniente en los cerros lejanos” como lo describía Neruda en uno de sus poemas. La oscuridad comienza ha ganar terreno con sus negras sombras alejando la tarde, sumando un día más y restando tiempo a nuestra existencia.
Entre el comienzo del crepúsculo y la llegada de la noche me gusta contemplar los paisajes tan especiales que nos ofrecen esos instantes y acompañarlos con una suave música que acompañe estos mágicos momentos y que no altere ese misterio, ese hechizo que nos regalan los atardeceres y la quietud de estas noches preludio del verano.
Para poner banda sonora a estos momentos de calma y reflexión me gusta escuchar música instrumental, tengo una lista para la ocasión con músicos como Pat Metheny, un extraordinario guitarrista de jazz estadounidense con 20 premios grammy a sus espaldas. Con su música podemos encontrar la serenidad y la calma en momentos especiales como en los que describo hoy, su guitarra nos envuelve con su elegancia, precisamente os dejo un tema relacionado con la noche The Moon Is A Harsh Mistress.
Como vereis esta música no desentona cuando se trata de buscar momentos íntimos o incluso para disfrutar de una conversación en buena compañía con un buen fondo musical que encaja perfectamente con esos momentos mágicos a la luz de las estrellas.
Pat Metheny nació en agosto de 1954 en el estado de Misuri, su debut discográfico sería en 1974 junto al gran bajista, Jaco Pastorius. Metheny ha compartido escenario con grandes artistas como; Herbie Hanckoc, John Soctfield, Carlos Santana, Jim Hall , David Bowie o el propio Enrique Moriente. Tiene una extensa discografia tanto en solitario como en diversos proyectos como Pat Metheny Group o Pat Metheny trio.
Otro gran músico que encaja perfectamente en este ambiente entre luces y sombras buscando la paz interior es Bill Frisell otro gran guitarrista y compositor nacido en Baltimore en 1951 músico de jazz con un estilo muy ecléctico en el que fusiona diferentes géneros como música electronica, country, jazz, folk o versiones muy particulares de grandes temas. Precisamente la carrera de Frisell y Metheny tienen un nexo de unión y es que Frisell saltaría a la fama al sustituir a Pat Metheny en una grabación, porque este se encontraba indispuesto. En esta ocasión os dejo con un bonito tema Surfer Girl, perteneciente a su album grabado en 2014 Guitar in the space age. Una música que nos lleva a un estado de ensoñación trasladándonos a exóticos paisajes.
Otro guitarrista una referencia para todos los guitarristas de jazz anteriormente mencionados, se trata de Jim Hall nacido en Bufalo en 1930 y desaparecido en 2013. Su suavidad y destreza en la interpretación nos hace volar hacia otra dimensión. Deep in a dream es un extraordinario tema que nos servirá para resaltar la belleza de estos atardeceres y noches cálidas soñando con nuestros sueños.
Por último quiero mencionar a un pianista francés Jaques Loussier, es conocido por dedicarse a fusionar música Jazz con música clásica, con unos arreglos bastante acertados. En esta ocasión escucho entre la penumbra esta deliciosa cantata de Bach a ritmo de swing tratando de iluminar con el color de estos sonidos la oscuridad de la noche.