Leíamos estos días de atrás un artículo de El País en el que se contaba el tratamiento que tenía la teoría (ojo, no hipótesis) de la evolución en el manual de Educación para al Ciudadanía en cierta editorial. En dicho artículo que puede leerse aquí, se decía lo siguiente: “Muy pocos principios de la evolución de Darwin han superado el avance de la investigación; de hecho, solo perviven intactos los que quedan fuera del ámbito científico, es decir, aquellos que no son demostrables experimentalmente“. Me gustaría saber de dónde han sacado semejante afirmación.
Para ilustrar un poco la situación, recordé el estupendo capítulo de Carmen Zamora-Muñoz titulado Evidencias a favor de la evolución, que se puede descargar de aquí (forma parte del imprescindible volumen “Evolución, la base de la Biología, de Proyecto Sur de Ediciones), y en el que se hace un repaso con multitud de ejemplos a eso que parece que, parece ser, es difícilmente comprobable. A saber, la evolución biológica.
Pruebas por un tubo. Por supuesto, siempre podemos acudir a las clásicas, sí, las que aparecen en los libros de la ESO y Bachillerato, en los que se ha debido estar mintiendo desde hace años, al parecer.
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