Ayer por la tarde, jugando con un tren de juguete me dice mi bebé gigante:
- Mira mama, qué chula lacomotora del tren
- Sí, es muy bonita, pero se dice la locomotora
- La-co-mo-to-ra
- No, la lo-co-mo-to-ra
El pobre lo intentó dos veces más, con la lengua cada vez más trabada. Se quedó mirando unos segundos su trenecito y dijo:
- Mama, a que es chula mi máquina del tren
Me quedé sin palabras.