Pasaron tiempos de vivas
a España y banderitas españolas, -encuentro cultural en la Provenza-, nada muy
diferente al resto de España, con la particularidad de que Espartero bombardea Barcelona
en 1842 cuando ésta se revela al sentir amenazado el proteccionismo a su
industria, exigido para mantener el monopolio de sus productos en el resto de
España. El siglo es convulso en guerras y revoluciones, en toda Europa, y
dejará rescoldos hasta mediados del siglo siguiente en toda la población
española de luchas progresistas y reaccionarias. Se cargará de catalanismo y
valores nacionales durante estos años finales y primeros de siglo XX, que para
ser más firmes exagerarán las diferencias con lo español hasta límites
escandalosos, construyendo relatos, historias, tradiciones, todo un edificio de
enfrentamientos mutuos, de identidades y rasgos míticos inventados, el trabajo,
la vibrante sociedad civil.
A mitad del siglo, 1868,
seis años de revolución, derrocamiento de Isabel II y primer intento de
instauración democrática en España contra el absolutismo borbónico, al principio
como monarquía parlamentaria, posteriormente como I República 1873/74 hasta el
golpe de estado del general Pavía. No es lugar para analizar esta cuestión solo
para reseñar que como fracaso social exacerba enfrentamientos y designa
culpables. A partir de aquí Cataluña se hizo más nacionalista y conservadora,
la emocionalidad se extenderá desde minorías selectas a las capas populares. En
1871 nace La Renaixensa, inicialmente
revista cultural, muy pronto pasará a ser un medio de prensa influyente en la
difusión catalanista y su enfrentamiento con lo español, pasando a convertirse
en órgano paraoficial de la Unión Catalanista, pasó por diversos avatares y fue
poco a poco arrinconado por la Lliga Regionalista hasta su cierre 1905.
Valentí Almirall, (1841-1904)
republicano, federal, participó en los trabajos federalistas del sexenio
revolucionario, ideólogo del catalanismo político, fundador del primer diario
en catalán en 1879 Diari Catalá impulsa
en 1880 el primer Congreso Catalanista y propulsor del diferencialismo étnico,
al difundir que los catalanes son una raza diferente a la raza castellana
creará un cuerpo aparentemente respetable que extenderá rasgos xenófobos, que
persistirán adaptados a cada momento, Almirall dentro de su defensa de los
intereses morales y materiales de Cataluña, promovió el Memorial de Agravios entregado a Alfonso XII -Tanto las
reivindicaciones, como el memorial, suenan muy parecido en el 2013 a los
presentados por la Generalitat al Gobierno español-. En 1885 encabezará una lucha
proteccionista de la burguesía industrial catalana, en 1886 publicará ‘Lo Catalanisme’, sistematización de los
postulados catalanistas y en 1887 publica ‘L’Espagne
telle qu’elle est’. Su obra es una sistematización de defectos y vicios
castellanos y virtudes catalanas, por las cuales como pueblo elegido y unido le
corresponderá liderar los nuevos tiempos modernos del liberalismo, la industria
y comercio, adobado con intentos de legitimación científica, antropológica,
psicológica, y recorrido por el diferencial étnico, la raza que abre la puerta
a la xenofobia.
Gener profundizará el
racismo, predice que España se disolverá debido a lo impuro de la
raza castellana, mestiza de semita, la Meseta falta de vegetación y pobre de
oxígeno, España lastre para la Cataluña aria… Sin duda son influencias visibles
en amplios sectores del independentismo actual. Joan Maragall embellecerá la
diferencia, católico, modernista sintetizará en su poesía del Himne Ibéric lo sola y desafortunada que
es Castilla, lógicamente en su comparación con Cataluña.
Sola, sola enmig dels camps, Sola,
sola enmedio de los campos,
terra endins, ampla és Castella. tierra adentro, ancha es Castilla.
I està trista, que sols ella Y está triste, que solo
ella
no pot veure els mars llunyans. no puede ver los mares lejanos.
Parleu-li del mar, germans! Habladle del mar, hermanos!
‘Maragall ahondará en la noción de
una España envejecida, vacía, momificada. Una España dominada por el caduco
espíritu centralista…que amenaza con corroer por contagio a los catalanes…
chulismo y flamenquismo, inherentes a la raza decrépita que controla
España…Maragall aludiría sistemáticamente a rasgos como desorganización,
pobreza, ausencia de grandes hombres, corrupción…’ Escribe Angel Duarte en ‘España desde Cataluña. Cepas de una
apreciación de largo alcance.’ Del libro ‘Historia de la nación y del
nacionalismo español’ VVAA. Galaxia Gutenberg, 2013’
Prat de la Riba
(1870-1917) conservador y católico, se convertirá en uno de los iconos del
catalanismo, funda la Lliga en 1887 y presentará las Bases de Manresa en 1892,
un programa de reivindicaciones que será recurrente: la patria catalana como
única patria y la lengua como expresión de la nacionalidad, reclama la
restauración de las instituciones históricas y considerar idioma exclusivo el
catalán, reservar cargos públicos para los nativos y la comarca como entidad
administrativa básica, cortes corporativas y tribunal superior de justicia en
última instancia, poderes militares y de orden público, y moneda propia, en 1906 publicará ‘La Nacionalitat Catalana’. Cataluña y
media España, se hace federalista con el impulso de Pi i Margall, (1824-1901)
político, filósofo, escritor, intelectual, periodista, jurista, propugnó el
federalismo, presidente de la I República en 1873, posteriormente ministro, diputado,
encarcelado, perseguido.
En estos años se produce
la elevación de Casanova a icono independentista –Prat de la Riba fue reticente
a glorificarlo como héroe- una derrota sangrienta el 11 de septiembre, se
instituyó como fiesta nacional catalana a finales de siglo… Un problema aún
pendiente sería determinar qué sentido tenía resistir en 1714 ¿que se pretendía
conseguir defendiendo en la sucesión al trono español al archiduque Carlos?
cuando éste ya había tomado la decisión de rechazar el trono español a favor de
los borbones, al irse a Viena en 1711 aceptando el de emperador, ¡tres años
antes! Luchar para conseguir un objetivo, sin contar con las fuerzas a favor y
las contrarias, ¿no será un grave error del que no deberían responsabilizar a
los otros? Parece recurrente no medir las fuerzas y dar saltos en el vacío, en
1931, el 14 de abril, proclamarán la República Catalana en Barcelona, y en 1934
otra vez declararán su independencia unilateral. Volveremos sobre ello.
En el tránsito de los
siglos XIX a XX las tensiones sociales aumentan, crecen enfrentamientos y
agravios, la carga de insultos, desvaríos y desprecios entre ambas razas o civilizaciones, en que se han
convertido los catalanes y los españoles,
las causas aparentes serán: la difusión de lengua propia, la organización
política independiente y las disputas económicas reclamando protección para su
industria. Aparece la competencia de Barcelona con Madrid utilizada como polos contradictorios
de modernidad, industrialización y administrativismo,
con que se pretende rodear la diferencia
insalvable del catalán y español, estableciendo al tiempo una diferencia en su
sentimiento de españolidad entre pueblo interior, provincial con el industrial
y urbano, sin duda todos rechazan la centralización y defienden
particularidades, aunque no interpretarán de la misma forma el soberanismo.
Enmarcado en la crisis
del 98, las pérdidas coloniales remueven la intelectualidad española en busca
de explicaciones y respuestas y por otro la crisis económica golpea en la
economía española y particularmente en Cataluña que pierde sus bancos en las
colonias y sus mercados, aumentan las protestas de comerciantes e industriales
por los impuestos, crecen las luchas obreras por reivindicaciones de clase,
huelgas, represión, -Semana Trágica de Barcelona 1909- se multiplica la defensa
de reivindicaciones catalanistas, la Iglesia, siempre nacionalista, defiende el
idioma catalán para predicar, surgen reclamaciones por el déficit fiscal, crece
el victimismo acusatorio contra España
culpable de la muerte de sus hijos catalanes. En 1914 Prat de la Riba
constituye la Mancomunidad de Cataluña que suspenderá Primo de Rivera, al igual
que la bandera catalana y el idioma, también la sardana, y como de costumbre la
represión produce respuestas solidarias españolas, en 1924 más de un centenar de intelectuales castellanos firmaron un
manifiesto a favor de la lengua catalana. Ricardo García Cárcel. La tensión política en relación al
separatismo crece en toda España hasta la República y posterior guerra civil.