Hemos recorrido un largo camino desde las sabanas africanas hasta el Mar de la Tranquilidad. Un largo y sinuoso recorrido que nos ha llevado desde el total desconocimiento de la realidad que nos rodeaba hasta empezar a asombrarnos con los descubrimientos que vamos realizando.
A lo largo de la historia del hombre siempre han existido períodos de mayor luz y otros más oscuros. Épocas en las que el intelecto humano, libre y sin ataduras, ha logrado grandes avances y otras en las que todos esos pasos se han desmoronado bajo el yugo de la represión y el miedo.
Desde que comenzamos el siglo XXI da la impresión de que hay menos luz… Los hombres de ciencia ven sus trabajos amenzados por los recortes de una crisis impuesta, las pseudociencias ven como aumentan exponencialmente su número de adeptos y las religiones publican en los boletines oficiales de un estado que el ser humano no puede ser feliz sin conocer a dios o arrasan estatuas milenarias, queman documentos que narraban historias de la antigua Mesopotamia y colocan el precio de una vida a un coste muy bajo.

Publicación del BOE sobre la asignatura de religión
Nuestra civilización colisiona partículas buscando el origen del Universo, es capaz de modificar el genoma de otros seres vivos para su beneficio, sus emisarios nos envían datos desde los confines del sistema solar o desde el interior de un enorme cráter marciano.
Nuestros “gigantes” nos han llevado a comprender que la materia y la energía están íntimamente relacionadas, que las estrellas cocinaron en su interior gran parte de la materia de la que estamos hechos o a erradicar por completo enfermedades de la superficie de nuestro planeta.
No sé cuál es el momento exacto en el que a una civilización no se le puede engañar más, pero para algunos de nosotros ese momento ya ha llegado. No estoy en disposición de creer en un universo creado por y para una sola especie, no puedo aceptar que la homeopatía cura enfermedades o pensar que tengo derecho divino de imponer mis creencias a quien no piense como yo.
Alguien ha escrito por las redes sociales que si no nos da miedo el mundo que estamos dejando a nuestros hijos… la respuesta es que si…
Hace tiempo que no nos subimos a los hombros de un gigante para mirar más lejos, quizás ya es hora…