Revista Coaching

“A hombros de gigantes”: las Empresas Familiares

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

“A hombros de gigantes”: las Empresas Familiares

Por Eduardo Press

En la semana del Día Internacional de las Empresas Familiares queremos compartir estas líneas con ustedes.

Se dice que el conocimiento avanza "a hombros de gigantes". Los avances son descubrimientos científicos, logros sociales, creaciones artísticas o literarias, resultado de esfuerzos, trabajo e inteligencia de gente que pudo llegar a ellos apoyándose en creaciones anteriores y aprendiendo de ellas.

Sobre los hombros de aquellos creadores han sido capaces de ver más lejos y comprender mejor. Y esta referencia a un pasado del que heredamos saber y que nos permite avanzar más rápido es la clave de los progresos. Establece genealogías, ya que nos apoyamos en el saber de figuras anteriores y es el reconocimiento a quienes nos alzan sobre sus hombros para ver.

Fue Juan de Salisbury quien en el siglo XII puso en boca de su maestro Bernardo de Chartres estas palabras al afirmar lo siguiente: "Decía Bernardo de Chartres que somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura."

Cada época creativa es alimentada por obras y conocimientos que otros han generado previamente, sus logros se levantan sobre la obra de sus predecesores.

Todos los sabios e inventores que tuvo la humanidad, aún los más premiados,siempre desarrollaron sus proyectos basados en conocimientos previos. Y los nuevos conocimientos serán los anteriores de los que vienen después.

Aunque haya premios y reconocimientos individuales a personas, aunque las enciclopedias estén llenas de fotografías y biografías individuales de científicos y científicas como responsables de un hallazgo, no existe ningún avance en ningún área de la investigación que haya recaído solo en los hombros de una persona. Por más destacados y genios que sean, siguen siendo fragmentos de un gran empeño colectivo.

¿Qué sucede en las empresas familiares?

No es la ciencia ni el arte o quizás un poco de ambas. Pero es innegable que las empresas familiares son un excelente ejemplo de transferencia y evolución de conocimientos, cultura, valores de una generación a otra.

Los padres transmiten a sus hijos experiencia, conocimientos, valores familiares, cultura empresarial, de algún modo también las nuevas generaciones son como "enanos subidos a los hombros de gigantes".

Si bien las estadísticas no ayudan mucho a pensar en forma optimista sobre esta transmisión (es bajo el porcentaje de empresas familiares que llegan y sobreviven a la segunda generación) algo está cambiando que permite ver un rayito de luz al final del túnel.

La reciente pandemia puso en evidencia algunos aspectos de lo que estamos diciendo, las primeras generaciones se vieron limitadas por pertenecer "a la población de riesgo" y por el vertiginoso desarrollo tecnológico de lo online con el cual no estaban familiarizados. Allí aparecieron "los enanos", el turno de las nuevas generaciones, los nativos digitales.

Muchas empresas para tener continuidad debieron modificar sus procedimientos habituales en el contacto con sus empleados, proveedores y clientes y en la propia familia. Ese lugar fue para los jóvenes.

¿Pudieron hacerlo solos? Seguramente algunas cosas sí y otras no. ¿Solos? ¿O como dice la frase "a hombros de gigantes"? Pudieron ir más allá, ver más lejos porque estaban apoyados en los hombros de la generación anterior.

¿Se puede ser optimista hacia el futuro?

Sí, si se tienen en cuenta ciertas cosas. ¿Existen herramientas para asegurar la continuidad de la empresa familiar?

Por empezar no tienen la obligación de perdurar, tienen un promedio de vida mucho mayor que el de empresas no familiares, pasan los años, las crisis, y las empresas familiares siempre están, la capacidad de resiliencia es enorme.

Existen varios motivos por los cuales desaparecen las empresas familiares, los conflictos de la familia, comunicación confrontativa, poca claridad de las funciones de cada uno, confusión familia/empresa en el manejo del dinero, falta de definición de reglas claras del funcionamiento, falta de acuerdos en la definición de estrategias de negocio, ausencia de una visión compartida, están entre las problemáticas más importantes.

El Protocolo

El Protocolo es una herramienta muy noble con la que los consultores y las empresas contamos para que se puedan encarrilar las cosas.

Como toda herramienta no asegura los resultados pero facilita las cosas.

Es un documento que construye la familia con la participación de los que trabajan y los que no trabajan en la empresa (según el consultor), se establecen reglas de juego respecto a la visión, objetivos, manejo de los conflictos, prioridades, órganos de gobierno, aspectos accionarios y societarios y los temas que para cada familia y cada empresa consideren necesarios incluir.

Los protocolos son de las familias, no de los consultores. Nosotros recomendamos, aconsejamos pero los que deciden son los miembros de la familia. Por eso no hay dos protocolos iguales (y si los hay están mal hechos).

Tan importante como el documento final es el proceso de su construcción, abre el diálogo, facilita la comunicación e integra a la familia.

Además se puede revisar, como solemos decir: es letra viva.

Esta es la herramienta más eficaz para que los "enanos" vean más allá que los "gigantes" sobre los que se apoyan.

Amigo lector: ¿es consciente sobre qué hombros se apoyó en un primer momento? ¿Permite que los más nuevos vean más lejos parados arriba de sus hombros?

Fuente: https://www.sitioandino.com.ar/opinion/a-hombros-gigantes-las-empresas-familiares-n5637617

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