Revista América Latina

A la alta escuela

Por Viajeenrenoleta
    Todos están en sus sillas. Algunos se frotan las manos. La chimenea ya está ardiendo. El televisor encendido. El partido por comenzar. Norma, como de costumbre, ofrece chorizo seco, queso, bebida, vino. Si ya pasó el almuerzo ofrece café. Si aparecen las medialunas es que hace ya tiempo que ha transcurrido el partido.

    El profesor y dueño de casa siempre se sienta en la punta con su “pernot”. A su alrededor están los tan conocidos y ya amigos de la vida. Con José se conocen de la infancia. A Carlitos, el de pelo blanco, lo trajo Hugo, el profesor, de la colonia hace mas de diez años. El otro Carlitos, el de los ojos achinados cuando se ríe, se incorporó a la escuela hace cinco años, lo trajo el Rafa, la pareja de Marcela, hija de Hugo, el profesor. No me puedo olvidar de Marcelo, el otro hijo de Hugo, siempre buscando negocios extras. También está Toti, el pájaro loco, hermano de Hugo. Ricardo es otro jugador constante. Llegó de la mano de Graciela, amiga de Norma. No me quiero olvidar de Alcires quien cría sus abejas al lado del rancho.     Todas estas personas, con algún otro que aparece de vez en cuando e incluido quien escribe, forman parte de la “alta escuela” como le gusta decir al profesor y “sanamente”, dice. Y así lo cumple. Por que en la alta escuela lo principal es la diversión, pasar el buen rato con amigos, jugar al truco y  siempre respetar al rival. Nunca se le recrimina una mala jugada a nadie. A veces te lo hacen ver, pero no critica al otro. De esa forma se va aprendiendo a mentir. Por que de eso se trata el truco, de mentir un poco, a veces, para reírse. Para eso se va a esta escuela, o a ALTA ESCUELA, como dice Hugo. Se va a pasar un buen rato con amigos. SANAMENTE.




Volver a la Portada de Logo Paperblog