Revista Sociedad

A la cárcel el cubano "Madoff" de Miami

Publicado el 11 abril 2012 por Jediloy @jediloy
El colega Oscar Peña como siempre en sus recurrentes comentarios, me sugiere desde Miami que presente así a esta espécimen de cubano malo y que visto como va el mundo hace concluir que la estirpe malévola está en todas partes:
"Los buenos y los malos no están en diferentes partes, están mezclados en todas las sociedades y sistemas. Coexisten en todos los países".
"Están en Cuba, en Miami y en el mundo. No es un problema del Comunismo o del Capitalismo. Es algo natural".
La Opinión
MEMORÁNDUM A CUBANOS
DE MALA SANGRE
 
¿A que me refiero cuando expreso cubanos de mala sangre en el comienzo? A esos que afirman diariamente en la radio y en las esquinas de Miami que los cubanos que emigraron de 1980 hasta hoy son todos delincuentes.
Gastón E. Cantens y su esposa, Teresita.  
Son tan cretinos los que afirman lo anterior pensando "le echan con el rayo" al régimen, que lo que hacen es descalificar a toda su gente ante el mundo.
Aparece en la prensa un feo hecho -hay otros muchos- que afirman científicamente que eso no es así. Los buenos y los malos no están en diferentes partes, están mezclados en todas las sociedades y sistemas. Coexisten en todos los países. Están en Cuba, en Miami y en el mundo. No es un problema del Comunismo o del Capitalismo. Es algo natural.
SOLO UN EJEMPLO: observen a este ex-reputado exiliado histórico procedente no de las escuelas comunistas de Cuba, sino de las históricas escuelas de Belén la "basura" que ha hecho a sus amigos.
Espero que con esta ultima lección pongamos punto final a la descalificación de las personas de nuestro pueblo que vienen de Cuba o viven allá. Igual sucede con la evaluación técnica de los graduados cubanos de este medio siglo en Cuba que en Miami muchos tratan de descalificar, cuando en la practica todos son triunfadores y necesarios en los hospitales, en las fabricas, y en la televisión y la radio de Miami. Cuba mañana y Miami hoy se "echa p'alante ENTRE TODOS LOS CUBANOS.

LA NOTICIA

Cinco años por estafa al

 

cubano'Madoff' de Miami


Tomado de El Nuevo Herald
  • Foto

MICHAEL VASQUEZ y JAY WEAVER


MICHAEL VASQUEZ y JAY WEAVER Antes de ser conocido como “el pequeño Madoff de Miami”, Gastón E. Cantens era un respetado empresario de bienes raíces y egresado de la selecta Escuela Preparatoria Jesuita de Belén, de West Miami-Dade. El era, como lo describió el miércoles la jueza federal de distrito Kathleen Williams, “la encarnación de la historia del éxito americano”.
Las palabras de la jueza fueron pronunciadas momentos antes de que ella sentenciara a Cantens, de 73 años, convicto de fraude financiero, a cinco años de cárcel, el máximo posible bajo un acuerdo extrajudicial al que llegó Cantens con la fiscalía a principios de año.
Esta condena fue mucho más de lo que Cantens había tratado de conseguir. Diciendo que su esposa enferma, Teresita, de 75 años, lo necesitaba a su lado, Cantens había solicitado “un término prolongado de prisión domiciliaria”.
Williams, al tomar su decisión, señaló que el matrimonio tenía dos hijos adultos, ambos “con empleos remunerados”, y por tanto capaces de ocuparse de su madre. Uno de sus hijos, Gaston I. Cantens, es un ex fiscal y ex influyente miembro de la Cámara de Representantes de la Florida. El no estuvo implicado en el fraude.
“Las personas tienen que saber, todo tipo de personas, no importa quienes son o cuáles son sus circunstancias, que sus actos pueden tener consecuencias, y pueden ser castigados”, dijo la jueza, quien en algunos momentos pareció algo angustiada mientras explicaba su decisión.
Ambas partes estuvieron de acuerdo de que al principio el negocio de Cantens funcionaba como una empresa legítima de bienes raíces. Pero la fiscalía dijo que la compañía, Royal West Properties, se debatía con un modelo de negocios defectuoso cuyas fallas se exacerbaron con el colapso del mercado de la vivienda. Cantens recurrió al fraude, escribió la fiscalía en documentos judiciales, debido a su “orgullo y codicia”.
Entre las víctimas de Cantens estuvo Henry D. Castro, de 77 años, agente de seguros retirado y vecino de Kendall, quien invirtió $2 millones en sus transacciones de bienes raíces. Castro y otros inversionistas asistieron a la audiencia de sentencia para oponerse a cualquier reducción de la misma. Castro contó a la jueza su desafortunada decisión de entregar $150,000 en diciembre del 2008, en un momento en que Cantens sabía en secreto que su fraude financiero estilo pirámide de Ponzi estaba a punto de venirse abajo.
“Pero, de todos modos, él tomó mi dinero”, dijo Castro.
La estafa de Cantens arruinó las vidas de muchas personas ancianas y religiosas que lo conocieron a través de Belén y de amigos comunes. Otra víctima, Eduardo Arango, se acercó a la jueza usando un andador, y dijo que él y su esposa invirtieron en su totalidad el producto de la venta de su vivienda — casi $800,000 — con Cantens.
En el tribunal de quiebra, Arango y otros pudieron recuperar alrededor del 3 por ciento de su dinero.
“Yo tengo 80 años”, dijo Arango. “Hay muchas personas que son aún más ancianas que yo”.
Las víctimas dijeron que entre los afectados por Cantens había algunos que huyeron de Cuba abandonando todas sus posesiones, y que luego volvieron a perderlo todo por segunda vez a consecuencia del fraude financiero.

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