Revista Coaching

A la caza de los negocios más rentables

Por Interesproductivo @RoberttiGamarra

Plantear una idea definitiva no es el mejor camino.

negocios más rentables

@morguefile

La necesidad de superarse proporciona a los individuos una energía extra para buscar el éxito a cualquier precio. Muchos se despeñan persiguiendo el destello de los negocios más rentables, procurando dividendos imposibles, márgenes reservadas a unos pocos, aquellos quienes han conseguido poner en pie propuestas deslumbrantes que acabaron conquistando el mercado. Sin embargo, esas chispas milagrosas que enriquecena unos y entusiasmana otros no es real, al menos no para todo el mundo. Pensar una iniciativa comercial a partir de la premisa de generar beneficios desbordantes o de cambiar la vida del emprendedor hacia la abundancia es engañarse, es proyectar con poco sentido de realidad.
Naturalmente, cualquier iniciativa comercial debe gestarse desde la esperanza de generar beneficios y, por tanto, de proporcionar al emprendedor una sustancial mejora de sus condiciones de vida. No obstante, innovarpara progresar no debe articularse en la necesidad de convertir el paso a paso en un salto imposible, porque el aterrizaje puede escaparse del control racional de la persona.  
Todo esto se aprende desde la colocación de la primera pieza en un ejercicio de innovación. Si alguien ha estado alguna vez al mando de algún emprendimiento dará cuenta de la imposibilidad de volverse rico con una iniciativa de pequeña escala. Es verdad que de vez cuando surgen los iluminados que los han conseguido, pero los accidentes del mercado o un golpe de oportunismo no es global. Por lo tanto, la única probabilidad buscando ese negocio definitivo es la ruina, la pérdida de los recursos personales. Conocí a un hombre que invertía en bolsa, cuya única estrategia era apostar contra la tendencia. Por alguna razón, que nunca supo o nunca quiso explicarme, se había posicionado en el raro hábito de invertir siempre al sentido contrario a como actuaban las cotizaciones; es decir, si los valores en los que estaba invirtiendo marcaban una tendencia alcista él se posicionaba a la baja y si lo hacían bajista él invertía al alza, con la única esperanza de que en algún momento el mercado revirtiera su curso natural y ese cambio le hiciera millonario. Así fue como se arruinó, queriendo volverse rico demasiado rápidamente y blandiendo una estrategia del todo descabellada.

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“Para emprender hay que estar hecho de una pasta especial”, me dijo alguien una vez. Razón no le faltaba, porque se necesita, además de la capacidad creativa, una gran dosis de voluntad y de honestidad con uno mismo. No es bueno engañarse, cuando se está a las puertas de habilitar una fuente de posibles ingresos, nunca hay que dejar de lado el sentido común.

negocios más rentables

@morguefile

Todos los negocios son rentables, pero dentro del marco trazado por su propia estructura o su propio campo de acción. Lastimosamente, en el largo trayecto de la relación con nuevos emprendedores, me he encontrado a menudo con jóvenes muy capaces de plantearse una sola iniciativa con la que atacar el mercado, con la firme convicción de doblegarlo y volverse millonario. Para mí el peor momento es cuando se les debe ayudar a poner los pies en el suelo, porque reciben los consejos con rechazo frontal; a menudo se dejan llevar por la falsa convicción de que no les queremos ayudar sino impedir que triunfen. Sin embargo, cuando se dan cuenta de que un planteamiento serio requiere de más elementos que la voluntad de enriquecerse con rapidez, realmente empeñan su tiempo y esfuerzo por sacar al mercado una propuesta de valor.
No es del todo malo querer volverse rico. Sólo persigue la riqueza aquel que tiene una idea para hacerlo. Es peor conformarse, por ejemplo, con un puesto de trabajo y creerse que es para toda la vida. Prefiero cien veces a quien peca de soberbio con una idea bajo el brazo a aquel conformista que se entrega a la pasividad. Una dosis de voluntad para la riqueza, si se gestiona con cordura y sentido común, es la base para no conformarse nunca con lo que se tiene, es la energía que empuja y empuja hacia delante, la que al conseguir un objetivo obliga plantearse otro más ambicioso. Esa voluntad es la que lleva a los negocios más rentables, la fuerza de la persona por ambicionar el máximo y... ¡Quién sabe!
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