Quedan unos días para la esperada fina de Wembley y poco a poco los aficionados se van desplazando hacia la capital londinense. Pero mientras algunos van por aire o mar otros lo hacen de una manera especial. Es el caso de Joan Hernández y Antoni Martín, dos socios que partieron ayer martes a bordo de un Seat 600 pintado de blaugrana y que fueron despedidos por el presidente Sandro Rosell y el vicepresidente Jordi Cardoner desde las instalaciones del club. Ya viajaron a la final de París en este automóvil de 1970. Esta vez, el plan era hacer Barcelona-París y de allí llegar hasta Calais en donde abordar un ferry que les deje en Dover y seguir carretera hasta Londres.
Fútbol y romanticismo en estado puro. Lo que no consiga el fútbol...