La casa tiene que ser como ésta, jejeje. Una casa rústica de espacios amplios, paredes de ladrillo recuperadas y pintadas en tonos blancos, suelos de madera o cemento pulido, mobiliario y objetos antiguos recuperados, amplios ventanales para que pase la luz y podamos aprovechar el día, textiles naturales en cortinas, ropa de cama y sobre todo, muchas muchas alfombras; todas ellas tienen que ser muy coloridas y traídas desde lo más profundo de Marruecos.
La nota predominante la pondrá la gama de colores escogida: tonos amarillo, fucsias y rojos, y lo que yo considero más importante para que sea nuestro hogar: cojines por todos los rincones.Me ancanta la sencillez y el colorido de esta vivienda.
Vía: Cote Maison