En huelga
La reforma laboral lanzada por el Gobierno de Mariano I rebaja los derechos de los trabajadores, hace que pierdan los de siempre (los más débiles, paganos en esta crisis), concede poderes omnímodos a los patronos (que podrán rebajar salarios y modificar condiciones laborales a su libre albedrío), acaba con las medidas para conciliar vida laboral y familiar, abarata y facilita el despido (convertido en patada en el culo y se acabó, incluso con un nuevo contrato de un año con coste cero para despedir a mansalva), allana los despidos en el sector público, devalúa la consideración del trabajador (rebajado a mero cacho de carne), acaba con el diálogo social de manera unilateral y vuelve a usos y conceptos laborales del pasado, va a generar más paro y más desempleo, ahondará en la recesión (menos empleo > menos salarios > menos consumo > más paralización de la actividad económica)… Son algunas de las razones para secundar la huelga convocada por los sindicatos y compartidas por instancias tan radicales como el obispo de Ciudad Real. Mañana, a la huelga.