Hace poco llevé a mi niño al parque El Dorado en Dorado. Se ha convertido en un punto extraordinario para que Coco se divierta y queme energías. Además de ser un lugar con varias áreas de entretenimiento, también es excelente por su seguridad. (Puedes leer la reseña que hice sobre el parque aquí).
Los demás parques que visitábamos están descuidados y los columpios están rotos. El parque El Dorado es uno de los pocos que están en buenas condiciones. Por eso me lastima tanto ver que un parque para niños está siendo mal utilizado por los adultos.
En nuestra última visita fuimos testigos de cómo algunos adultos utilizaban el área de juego de los niños sin evidente preocupación por romper o maltratar las facilidades. Al contrario, se reían y hacían competencia sobre quién llegaba más alto. Cabe señalar que en ese parque todas las áreas están rotuladas por edades. Y si mal no recuerdo, el tope es 5 años. Aunque claro, hay otras áreas para niños con más edad.
No pretendo criticar o juzgar a la mujer que usó el columpio para niños pero si usarla como ejemplo para crear conciencia.
Si nosotros los adultos no cuidamos los lugares donde juegan los niños, entonces ¿quién? Está bien querer pasar un buen rato, recordar nuestra infancia y querer divertirnos un poco. Pero también debemos pensar en cuidar y apreciar los lugares donde nuestros niños se divierten. Sobre todo recordar que somos adultos y que este tipo de facilidades se hizo para el disfrute de ellos y no el nuestro.
Ojalá que el mensaje llegue. Lo más que me gustaría es que parques como estos duren mucho para que muchos niños puedan disfrutarlos.
Y tú, ¿has visto una situación similar en los lugares donde llevas a tus niños a pasar un buen rato?