A las 2 son las 3! ¿Cómo afecta al organismo el cambio de horario? Ponte al día con tu sueño.

Todos sabemos, que según tu país natal y el día en el que vivas puede haber cambios en la hora dos veces al año. Lo positivo de ello es que vamos aprovechar la luz solar y lógicamente vamos ahorrar consumo energético.Pero ¿cómo nos afecta este cambio de hora al organismo? Por lo pronto, hemos perdido una hora de sueño.

A las 2 son las 3. Vamos a dormir una hora menos.

Cualquier cambio horario afecta a nuestra naturaleza, siempre se necesita en el mayor numero de las personas un ajuste en nuestro ritmo circadiano que normalmente en 3-4 días solemos estar adaptados.
No hace falta para que esto ocurra que nos cambien la hora GTM. Eso lo hemos podido experimentar en cualquier viaje que hayamos hecho, todos sabemos lo que es el jetlag ( días de 28-30-35 horas) en dependencia del viaje que realicemos. Cuanto mas largo es el trayecto,más necesitarás para adaptarte a ese cambio ritmo biológico de adaptación. Por ejemplo, un hombre que viaja de España a New York la diferencia horaria son d 6 horas. Nuestro día tendrá por tanto 30h ( 24h + 6 diferencia horaria). Te tienes que adaptar para seguir llevando la misma actividad.

Algunos ejemplos de cómo nos afecta el cambio de hora.

- Cambio horario afecta también los animales. Imaginemos un granjero en una vaquería. La vaca también está afectada por este cambio de horario. Si el granjero ordeña a la vaca a las 6:00 a.m lógicamente extraerá menos litro de leche de vaca ya que se ha perdido una hora. 
- Niños y recién nacidos son los que más sensibles a este cambio en la hora. Son mas propensos a notar esta hora menos de sueño. Sobre todo si los padres pretenden llevar las mismas actividades y el mismo ritmo horario durante el día. 
- Estado de irritación alto. Sobre todo ese cambio en la manecilla del reloj, en la que por arte de magia se esfuma una hora, puede producir cambios en el humor al dormir una hora menos. Intenta echarte a dormir una hora antes.

Al menos siempre te queda el consuelo de descubrir los beneficios de una siesta corta y recuperar esa hora perdida poco a poco.