Joven dando el pecho,
Jacob Maris (Siglo XIX)
A las madres que aman a sus hijos. A las madres que sufren. A las madres pesadas. A las madres sargento. A las madres chillonas. A las madres calmadas. A las madres insistentes. A las madres que siempre tienen frío, el frío de sus hijos, me refiero, aunque ellos estén sudando como pollos. A las madres que dan el pecho. A las madres que dan el biberón. A las madres que portean. A las madres que pasean a sus bebés en lindos carros. A las madres que trabajan. A las madres que dejan todo por sus hijos. A las madres que no duermen. A las madres que no van a la peluquería, y cuando van se sienten guapas, pero culpables. A las madres que leen cuentos. A las madres exigentes. A las madres despreocupadas. A las madres ordenadas. A las madres que se ofuscan.
A las madres que, al fin y al cabo, aman, quien, adoran, admiran, besan, abrazan, achuchan y achuchan y achuchan a sus hijos.
A todas ellas, a todas vosotras, feliz día.