Revista Comunicación

A las ocho en el Novelty

Publicado el 13 enero 2016 por Lya
A las ocho en el NoveltySi os soy sincera, no se muy bien por dónde empezar para hablar de este libro, así que creo que voy a hacer un esquema a base de preguntas, que me oriento mejor. 
- ¿Por qué lo he leído? La culpa la tiene mi librera, claro. Que estaba yo comprando el libro de recetas sanas de Isasaweis cuando, de repente, 'A las ocho en el Novelty' apareció en mis manos. "¿Lo conoces? Sale la city. Y el poblado. Y el instituto. Un profesor. La gente que lo ha leído dice que está muy bien. Bueno, ahora te dejo que tengo mucho lío, ya te sirves tú misma". 
Sí, la confianza es lo que tiene. Así que ahí me veis, con las recetas de aguacate de Isasaweis en una mano y con un libro extraño en el que decían que salía mi pueblo en otra. Me llevé los dos, claro. Soy una chica fácil. 
- ¿De qué va el libro? Pese a las indicaciones de mi librera sobre el tema, no me enteré de mucho. Lo que mi mente coligió al respecto fue que el libro estaba escrito por un profesor de uno de los institutos de mi pueblo (para más señas, MI instituto) y que salía la city. Esto último era evidente, dado el título. Y ya. Pero con lo que me encontré es que el autor, Carlos Díaz Domínguez, no es quien yo creía que era, sino un señor de Madrid, y que escogió mi pueblo como quien puede escoger Orejilla del Sordete para ambientar parte de la historia. Imaginad mi flipamiento. A todo esto, la novela es muy del estilo de Matilde Asensi, esto es, una base histórica cuestionable y aventuras a su alrededor. Gente mala, gente buena, amor, odios, intrigas. Etcétera.
- ¿Me ha gustado? Más al principio que al final, que se me ha hecho un poco cuesta arriba. Dentro del tipo de novela que es, es aceptable. Está bien escrita y entretiene mucho. Ideal para las vacaciones, para distraerse, para no pensar. 
- ¿Tiene fallos? Unos cuantos, sobre todo en la ambientación radicada en los espacios que conozco y que son mi día a día. Es decir, no son, en líneas generales muy importantes, pero a mí me han chirriado un montón. Por ejemplo, para ir desde la rana (Universidad) al convento de San Esteban NO hay que pasar por la Plaza Mayor, por ejemplo. ¿Que queda más romántico decir que sí? Vale, pero es un paseo sin sentido. 
Otro, y este me pareció muy gordo: la de Salamanca no es la primera universidad que se creó en España. Es la más antigua existente, desde 1218, pero la primera fue Palencia en 1216. Es un fallo típico de alguien que no es de aquí y no controla mucho sobre el tema, pero si estás escribiendo una novela, digo yo que qué menos huir de lugares comunes e investigar un poco. Que viene en la wikipedia, vamos, no hace falta entrar en los archivos secretos del Vaticano.
Y luego hay un par de errores sobre mi poblado, pero, bueno, los dejo pasar. Bastante que nos ha dado publicidad. 
- ¿Lo mejor del libro? Creo que el título y lo que representa. Al menos para mí. El Novelty es el bar con más solera de estos andurriales, situado en la Plaza Mayor (por favor, las dos con mayúsculas, diga la Rae lo que diga), al lado del Ayuntamiento. Por allí paso mis días y, a veces, hasta mis noches, aunque en el Novelty no entro mucho porque no me da el sueldo. Ya pagué la novatada en su día, cuando una mañana, casi madrugada, se me ocurrió pedir un zumo de naranja. Los cuatro euros que me cobraron por la broma aún me duelen. Desde entonces algún café suelto y ya. Es una pena, porque me encanta sentarme al lado de la estatua de don Gonzalo Torrente Ballester, pero el Novelty es así. Lo que no perdono son los helados, cada verano. Son un imprescindible de la city. 
- Este libro te gustará si... Te molan los libros ligeros, de aventuras y algo de amor. Sin olvidar las conspiraciones internacionales, los rusos malvados y las rosquillas de Ledesma. 
PS: hablando de comida, yo soy de aquí y no he probado en mi vida la chanfaina ni el limón serrano. Para que conste que no todos los charros nos alimentamos, siempre y en todo momento, a base de embutido. Que algunos hasta nos hemos comprado el libro de recetas sanas de Isasaweis, no sé si lo había dicho ya. Jopetas. 

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