Revista 100% Verde

A las petroleras les conviene el calentamiento global

Por Energeticafutura

A las petroleras les conviene el calentamiento global

Lo hemos estado viendo a lo largo de estos días en los medios de comunicación, dado que no es un secreto. El 25/08/2010 El País publicaba: Las petroleras se lanzan a por la segunda mayor reserva de crudo del mundo ayudadas por el calentamiento. Y ¿dónde se encuentra la segunda mayor reserva de crudo? En el Ártico. Ya el mes anterior, el 07/07/2010, Cairn Energy comenzaba las perforaciones de exploración en aguas del Ártico. El resto del mundo ya se está frotando las manos, todos quieren un trozo de este suculento pastel.
Justo hoy, ElPaís publica un reportaje (que recomiendo leer) en el que Antonio Sánchez, profesor de Economía en la Universidad de Valencia, estima que en el área ártica habría entre 20.000 y 46.000 millones de barriles de petróleo y entre 36 y 83 billones de metros cúbicos de gas. Otras fuentes las elevan aún más.
Lo que está pasando, o lo que va a pasar, no es ninguna sorpresa. Alex F. Muerza publicaba ya el año pasado en webs de divulgación científica que miles de millones de barriles están cada vez más cerca de ser extraídos en el Ártico, a pesar de los posibles impactos medioambientales.
En el 2008 se dibujaba el primer mapa de puntos del Ártico que podían ser objeto de disputas territoriales en el futuro, visto el panorama de lucha por los recursos enérgeticos y minerales de los fondos marinos y la posibilidad que ofrecía (y ofrece) el deshielo de abrir nuevas rutas marítimas. De hecho, el 27/08/2010 conocíamos la noticia de que un petrolero ruso reabría una ruta ártica.

A las petroleras les conviene el calentamiento global
Y en el 2007 éramos testigos de cómo Rusia hacia constar su dominio sobre el fondo del Polo Norte, es decir, marcaba su territorio para garantizarse el derecho a explotar los ricos yacimientos de petróleo y gas que supuestamente yacen en esa zona. Es más, Rusia tiene previsto presentar en 2013 ante la ONU una reclamación territorial sobre la soberanía del lecho marino del océano Glacial Ártico lo que le permitiría controlar toda la región. Hace cuatro días, Noruega también se ha asegurado su trozo de tarta al llegar a un acuerdo con Rusia en el cual se reparten a partes iguales una zona del mar de Bárents. Dicho acuerdo prevé además la prospección conjunta de los yacimientos de crudo y gas.
Pero podríamos remontarnos al año 2000, año en la cual comienza la ruidosa lucha por las riquezas de una tierra de nadie. Sólo allí convergen los límites de cinco países (Rusia, Canadá, Dinamarca, Noruega y Estados Unidos).
El 06/08/2008 en Público.es se leía: El deshielo del hielo ártico está provocando una guerra de posicionamiento. A medida que el hielo retrocede, aumenta la codicia. El calentamiento global está sacando a la luz las enormes riquezas que esconde el Polo Norte. Mientras unos corren a ser los primeros de este deshielo de intereses, nadie hace nada por paliar las consecuencias de la posible destrucción de uno de los termostatos del planeta que, poco a poco, podrían ser cada vez más devastadoras.
La pregunta es: ¿Hasta que punto estamos dispuestos a llegar? El post publicado en el mes de marzo acababa con la siguiente frase: En la revolución energética actual, los que inviertan, promocionen y apuesten por las renovables serán las grandes del futuro. Dado el panorama actual, en la que la búsqueda desesperada de petróleo está preparada para exprimir el último suspiro de la Tierra, pienso en ese futuro con pesimismo.
Fuentes: EFEverde, ElPaís y el artículo de Alex Fernández Petróleo en el Ártico.
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