abril 29,
Mirad la foto de la portada. Aparecen algunas casas de la parte antigua de Ronda, una extensión repleta de tonos verdes y las sierras de Oreganal, Blanquilla, del Paio y de Juan Diego. Son las vistas del mirador de los Viajeros Románticos y detrás de ese sugerente nombre, aparece una historia. Historias que vinculan Ronda con jóvenes escritores y artistas europeos del siglo XIX.
En los siglos XVIII y XIX, consolidada ya la industrialización y, como consecuencia, el desarraigo y la destrucción de parte de la naturaleza y costumbres populares de algunos países, jóvenes pudientes del norte de Europa viajaban en busca de lo auténtico, lugares que conservaban -entonces- tradiciones y paisajes. Emprendían el camino, el Grand Tour, hacia el sur, a la cuna de la cultura europea – Grecia e Italia – y España. Andalucia es uno de los destinos elegidos: Sevilla, Córdoba, Granada… pero también caminos y pueblos como Ronda. Quieren aventuras, acercarse a bandoleros y contrabandistas. Mitifican los encuentros con los locales y transforman, en sus escritos, en tópicos las tradiciones. Tópicos, como los toros, que se extienden y han llegado a nuestros días.
Viajeros de hoy en día frente al mural de los viajeros románticos
Frases de viajeros románticos
Frases de viajeros románticos
Gracias a sus publicaciones, España empieza a ser conocida como destino turístico. Entre estos viajeros románticos encontramos a W. Irving, Edmond Boissier o Lady Tenison. Un monumento en Ronda ensalza algunas de sus frases:
“Pasados los tres días de la feria, se disipó la multitud que congestionaba Ronda. Me sentía mejor con la soledad que tan bien se acomodaba al carácter romántico del paisaje. El Tajo era uno de mis destinos favoritos.” Edmond Boissier (1837) Voyage botanique dans le Midi de L’Espagne.
“El aire de la montaña, el creciente sol, el apetito, la variedad de cosas y personas pintorescas que encontrábamos y el inminente peligro, trocaban mi vida en una delicia,” Benjamin Disraeli (1830) Home letters.
Hoy en día Ronda y aledaños no deparan tantas aventuras, pero el puente, su serranía y el pueblo en sí, siguen sorprendiéndonos y, algunos de los piropos dedicados durante años, continúan de actualidad.
Mirador de los viajeros románticos