Huertas y Papanikolaou celebran una canasta - Foto: ACB Photo.
Se ha convertido en el portavoz del equipo en la pista y el club le hace ejercer como tal en el anuncio que el equipo ha rodado para que el aficionado se movilice para ir al Palau al tercer partido de la final ACB. Una cita a la que el Barça llegará, como mínimo, con una victoria ante el Madrid, al que venció en un duelo mayúsculo, competido cuerpo a cuerpo, por 93-98, gracias en parte a Marcelinho Huertas (Sao Paulo, Brasil, 1983). Liberado, sin ataduras, el base es un jugador alegre y valiente que se adapta a las circunstancias. Huertas
lo mismo juega 40 minutos y resuelve la eliminatoria ante el Valencia Basket sobre la bocina del quinto partido que lo hace 26, selecciona más sus tiros (12 puntos), coge dos rebotes, reparte cinco asistencias y recupera tres balones, los mismos que todo el rival, y dirige a un equipo con un perfil intachable. Los azulgrana aparcaron su debacle en la Final Four, donde cayeron por 38 puntos ante el Madrid, y siempre tuvieron respuestas con Nachbar y Tomic, con 17 puntos cada uno, o Navarro, sobre todo en el tramo final. "No estamos para sacar pecho", sentenció Xavi Pascual, que siente muy cuestionado y no duda en reivindicarse en cuanto puede. Con palabras y con hechos, como su lección táctica en el Palacio de los Deportes llevando el ritmo y el peso gran parte del partido con Huertas o con Sada. Con un inicio fogoso de Nachbar y Marcelinho (7-20), reponiéndose de la réplica de Carroll con el nervio de Abrines y el trabajo silencioso de Tomic. La réplica local, la persistencia de Rudy Fernández, que se pierde en batallas extradeportivas que le restan potencial, y Sergio Rodríguez, esta vez discontinuo (44-48 al descanso). Negado estuvo Mirotic, que reconoció su mal partido. No cambió su propuesta el Barça, que corrió más y mejor que el Madrid y aparcó sus actuaciones más conservadoras. Compitió como más beneficiaba a su rival, crecido por el impulso de jugadores más anónimos como Bourousis y Darden, y también por el de reconocidos como Llull y Reyes (71-66 a los 28m 15s). Al rescate del Barça salió de nuevo Huertas con puntos y batuta, Lampe con puntería, defensa y alma, Oleson despertó y Navarro supo forzar personales en un equipo que este curso está pasando un calvario desde la línea de personal y que en el último cuarto tuvo la entereza de meter 13/14 (23/30 en total). Desde esa distancia sentenciaron La Bomba y Huertas. MADRID 93 (21+23+29+20): Sergio Llull (12), Fernández (16), Darden (10), Mirotic (4) y Bourousis (10) –quinteto inicial–; Reyes (6), Rodríguez (16), Carroll (9), Slaughter (2) y Mejri (8). BARÇA 98 (26+22+22+28): Huertas (12), Navarro (14), Papanikolaou (6), Nachbar (17) y Tomic (17) –quinteto inicial–; Dorsey (5), Sada (2), Abrines (7), Oleson (5), Lorbek (5) y Lampe (8).