Este post de hoy me gustaría dedicárselo a mi abuela,
pues el “puntdegancho” como ella lo llamaba era una de las cosas con las que siempre la veías en la mano.
En mi casa aun hoy, los cajones se encuentran inundados de bolsas de pan de ganchillo, colchas y toallas con las puntillas todas hechas con sus manos.
Yo no he aprendido a hacerlo, pero a veces al pensar en ella me dan ganas de salir corriendo en busca de mi madre para pedirle que “intente” por lo menos enseñarme algo de las muchas cosas que sabe hacer tan bien.
Esta alfombra me encanta para una habitación infantil.
La podéis encontrar aquí en blanco, negro y rojo.
Para terminar os dejo con un diy de uno de mis blogs favoritos.
Besos.