Revista Cultura y Ocio

A mi padre

Por Jcbarona


A mi padreQuerido papá, ¿cuántos recuerdos habré almacenado consciente e inconscientemente de nuestra vida en común? Aún no lo sé, ahora los busco con urgencia para hacerte el homenaje que mereces. Aquellas mañanas de domingo en las que nos contabas cuentos e historias que seguramente te inventabas sobre la marcha, los millones de cosquillas y cuánto te gustaba hacernos rabiar; “que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa, sí papá, yo no te pregunto que si sí o que si no, yo solo te pregunto si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa…”, aún sigo convencido de que existe y de que solo eres tú el que lo sabe mezclado con tantos otros tesoros que no acertamos a extraer.

Agradezco el cariño manifiesto de la infancia y todo el otro, algo mas torpe, de los años posteriores. Todas las veces que nos llevasteis al monte, a la playa y a tantos lugares preciosos. El apoyo recibido para cualquier cosa que quisiera emprender. La carrera universitaria, las clases de canto, las de inglés. El dinero para esto o para lo otro, la boda, la ayuda para la adquisición del primer piso que compré…Eras un hombre recto y honrado, prudente, trabajador. Supiste ganarte muy bien la vida y ayudarnos en la nuestra, en la de tus cuatro hijos hasta el final. Yo que soy padre de tres preciosos chavales que te adoran te admiro ahora con más motivo.“A ver si sientas el culo en algún sitio”, me dijiste una vez, cuando no terminaba yo de centrarme en ninguno de los cursos que hacía. Percibía la enorme confianza que tenías en mí, la ilusión de que hiciese algo digno con mi vida.“Donde quiera que vayáis”, nos decías, “no llaméis la atención”, o por mejor decir, “procurad que no tengan que llamárosla”. No te hice del todo caso y no he podido ni he querido evitar significarme en muchos de los episodios de mi vida. Mira la profesión que tengo. Soy cantante y esta noche, gracias a Dios, estaré protagonizando un gran espectáculo en uno de los mejores teatros de Madrid. Hoy, como tantas otras, va por ti. En los últimos tiempos estabas tan sordo y tan malito que ni viniendo a verme podías disfrutar de mi trabajo. Hoy quiero pensar que sí, que estarás mirando orgulloso con tus preciosos ojos verdes y esa sonrisa tuya tan bonita, la pasión de este hijo que te debe la vida.No sé si te lo dije o te lo demostré lo bastante pero, Te quiero papá.

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