A nadie le importa tu romántico activismo

Como bicho raro que siempre he sido entiendo a la perfección ese debate interno entre fingir para obtener éxito social (porque todos en algún momento lo queremos) o aceptarte como eres y vivir en un aislamiento soportable. Es lo que le ocurre al protagonista de la película Roman J. Israel Esq, interpretado por Denzel Washington y que le valió una nominación a los Oscar al Mejor Actor en 2017. Este abogado, activista por los derechos civiles a la antigua usanza, se enfrenta, tras la muerte de su mentor, a un mundo que ha cambiado tanto en cuanto a lenguaje y forma de reivindicar que ya no lo entiende, es más, lo desprecia. A Roman la sociedad lo rechaza por su ideología soñadora, por su activismo antiguo y romántico que parece no servir para nada. Así que el abogado intentará incorporarse al mundo de capitalismo salvaje al que ha combatido con todas sus fuerzas desde la oscuridad, pero el corazón no sabe de lujos, de necesidades económicas ni de éxito social. Y ahí empezarán todos los problemas. Sin ser una película brillante, que además combina momentos de drama con otros de supuesto thriller, contiene momentos en los que duele mucho lo que lo ocurre a este personaje, porque es muy duro saber que a nadie le importa tu defensa romántica del bien común, pero que tampoco puedes vivir de otra forma.