A perder y ganar también se aprende

Ahora que el fuego ha disminuido pero aún quedan brasas, yo quiero reivindicar el buen perder. Hay quien sabe cómo afrontarlo de forma innata y quien se tiene que trabajar sus reacciones. Por motivos que desconozco, desde siempre tengo talento para perder o escoger el equipo, la deportista, el partido político, la carrera, el modelo social, que nunca gana. Lo tengo asumido y lo disfruto, porque, aunque lo que me gusta no alcance el primer lugar, yo he sido feliz en el proceso. Yo a Tanxugueiras las conocía de hace tiempo, bastante frecuente su presencia en los programas de Radio Nacional de España de fin de semana. A Rigoberta Bandini la descubrí con motivo de la selección de Ay Mamá para el Benidorm Fest y fue un flechazo, pero no sólo con esta canción sino con casi todas las que encontré ese día en Internet de ella. Así que yo estaba entre tetas y panderetas y ahí que me pasó, como un Fórmula 1, Chanel. Y no, no me gusta su canción. Sí me asombra la espectacular coreografía, en casi el mismo nivel con el que me horroriza la letra del tema que representará a España en Eurovisión. Pero a Chanel yo lo que le deseo es mucha suerte, que disfrute de la experiencia, que tenga la salud mental para tomar las mejores decisiones para su carrera, que consiga apartar los mosquitos que ya deben estar en busca y captura de su sangre de éxito.

Creo que tanto las sosegadas declaraciones de Tanxugueiras, ganadoras del voto del público, como la espontánea mano de Paula/Rigoberta agarrando a Chanel antes de conocerse el resultado demuestran que saben perder un concurso. En realidad ellas ya han ganado una notoriedad y visibilidad ante públicos nuevos que puede que les hubiera costado años obtener. Defender tus gustos, tus propuestas musicales y tu visión del mundo nunca es odiar. No es esa ola de insultos y de politización que miles de personas han arrojado sobre Chanel por ganar.

Porque si es difícil tener un buen perder, también lo es saber ganar, soportar la envidia que es patrimonio de la humanidad, encajar los comentarios malintencionados y las frustraciones de los decepcionados. A todos esos odiadores que en estos días han atacado a Chanel, en una equivocada defensa de sus candidatas favoritas, yo les sugiero que en vez de seguir vertiendo insultos y críticas gratuitas y personales contra la ganadora, compren las canciones de las artistas en las que creyeron y vayan a sus conciertos a disfrutar. Necesitamos menos odiadores y mejores perdedores, yo aspiro a estar en el segundo grupo.

Y aquí les dejo una de las canciones que más me gustan de Rigoberta Bandini, Perra, con esas letras con las que me siento tan identificada: "que si yo ahora fuera perra, juguetona y muy amable, no tendría estos problemas de ansiedad".